El Instituto Sindical de Trabajo, Ambiente y Salud de CCOO (ISTAS-CCOO) explorará las posibilidades de generación de empleo en el cambio de modelo energético y en una perspectiva de transformación del sector turístico del Archipiélago.
Canarias se enfrenta en los próximos años a una compleja y necesaria transición energética en la que el sector turístico, uno de los principales motores económicos de la región, tendrá un papel clave. Esta compleja transición será el objeto de estudio de un nuevo proyecto recién lanzado por el Instituto Sindical de Trabajo, Ambiente y Salud de CCOO (ISTAS-CCOO), que explorará las posibilidades para el empleo que puede suponer la reconversión hacia energías renovables en el archipiélago.
El sistema energético canario tiene, en la actualidad, una elevada dependencia de los combustibles fósiles. Los principales destinos de la energía que se consume en Canarias son la producción eléctrica y el transporte, sectores estrechamente vinculados a la actividad turística. Dada la importancia de la industria del turismo para la economía insular, la transformación del sistema energético de Canarias implica, necesariamente, un cambio en el modelo de turismo imperante que se alinee con los objetivos de descarbonización. Ello puede suponer la apertura de una ventana de oportunidad para la creación de empleo en los campos de las energías renovables y de la eficiencia energética. El proyecto de ISTAS, que está financiado por la European Climate Foundation y que tendrá una duración de seis meses, busca indagar en estas posibilidades.
El sector turístico concentra buena parte del consumo energético del archipiélago. La hostelería supuso así el 15,9% de la demanda energética del archipiélago en 2019, mientras que el comercio y servicios consumieron un 15,4%. En las islas de Lanzarote y Fuerteventura, el consumo de la hostelería sube hasta el 25% del total.
El turismo es además uno de los sectores tractores de la economía de la región y, antes de la pandemia, generó 16.099 millones de euros en 2018, el 35% del PIB, y creó 343.899 puestos de trabajo, el 40,4% de los empleos de Canarias, si se tienen en cuenta los impactos directos e indirectos. De forma directa, el turismo supuso el 23,2 % del PIB y el 29,1% del empleo.
Sin embargo, la transición en el sector energético de Canarias es especialmente delicada, ya que sus sistemas eléctricos se encuentran aislados y existe sólo una interconexión entre las islas de Lanzarote y Fuerteventura. Es, en este sentido, el único territorio en España que no está conectado a redes energéticas continentales. Así, el suministro en cada isla debe ser autosuficiente, por lo que las energías renovables más abundantes y con mayor potencialidad en las islas, la eólica y la fotovoltaica, necesitan del respaldo de otras tecnologías renovables cuya generación pueda planificarse, independientemente de la disponibilidad de sol o viento para evitar cortes de suministro y, muy especialmente, de dispositivos de almacenamiento que proporcionen seguridad y solidez al sistema.
El gobierno de Canarias está elaborando su Plan de Transición Energética de Canarias 2021-2030 (PTECan) y ha presentado recientemente su Estrategia de Acción Climática, que se marca como principal objetivo convertir a Canarias en una sociedad climáticamente neutra y resiliente al clima en 2040. La Estrategia incluye la reducción del consumo energético en un 50% y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 90% con respecto a 1990.
El reto no es menor. Aunque la potencia instalada de energías renovables se ha incrementado casi por cuatro desde 2004, el sistema eléctrico de Canarias sigue dominado por los combustibles fósiles. Así, de los 3.305,81 MW de la potencia instalada en 2019, un 81,5% (2.696,36 MW) corresponden a derivados del petróleo. Las energías renovables supusieron un 18,4% del total de potencia instalada en Canarias, con un total de 609,44 MW distribuidos principalmente entre potencia eólica con 413,24 MW (67,8%) y fotovoltaica con 167,69 MW (27,5%). Sin embargo, las renovables cubrieron sólo el 15,9% de la demanda, en términos de energía bruta.
Y sin embargo, Canarias está a la vanguardia en el desarrollo de las nuevas tecnologías renovables. Así, Gran Canaria vio en 2018 la puesta en marcha de la primera turbina eólica offshore de España y el archipiélago es uno de los territorios que ha comenzado a implementar las comunidades energéticas en polígonos industriales. Además, El Hierro, la isla canaria más cercana a la descarbonización de su sector eléctrico con una cobertura de demanda eléctrica renovable del 66,8%, se ha convertido en un modelo de desarrollo de renovables en territorios insulares.
Esta transición supone además una oportunidad a la hora de diversificar la economía del archipiélago y mejorar la calidad de los empleos en el archipiélago canario. “En Canarias hemos tenido siempre una economía muy frágil, muy dependiente de los vaivenes del sector turístico, y llevamos muchos años planteando la necesidad de una diversificación de nuestra economía”, apunta Carmen Marrero Falcón, Secretaria de Sostenibilidad y Salud Laboral CCOO Canarias. “En el sector del turismo se necesita un cambio de modelo, un turismo más sostenible, diversificado y de mayor calidad, que pueda repercutir también de forma positiva en el mercado laboral del archipiélago, demandante no sólo perfiles poco cualificados, sino un empleo con mayor valor añadido, mayor cualificación y un empleo más estable que contribuya a disminuir la alta precariedad laboral del sector”, concluye.