Sistemas de gestión medioambiental en la industria de la construcción
Los aspectos medioambientales incidirán en los próximos años en el desarrollo y la permanencia en el mercado de cualquier empresa. Las empresas saben que en las próximas décadas los países van a seguir endureciendo sus legislaciones, y les van a “obligar” a demostrar que sus actividades industriales no sólo cumplen la legislación ambiental, sino que además fabrican productos respetuosos con el entorno a lo largo de todo su ciclo de vida. Para poder cumplir todos estos requisitos, que poco a poco se van a ir imponiendo, las empresas necesitan implantar un sistema de gestión medioambiental.
Si inicialmente las empresas constructoras tenían el objetivo exclusivo de mantener bajo control las emisiones en sus procesos constructivos con medidas técnicas de corrección al final del proceso, conforme han pasado los años se ha observado que este tipo de medidas son insuficientes para detener la degradación del medio ambiente.
La consideración de todas la etapas de producción en una empresa constructora (materias primas, procesos, consumo de energía, transporte, residuos, comercialización, política de personal, etc.) se hace cada vez más necesaria. Para ello las empresas que quieran competir deberán hacer un esfuerzo tecnológico continuo y de formación de sus recursos humanos para incluir en sus estrategias empresariales un elemento nuevo como es el medio ambiente.
Ante esta situación, conocida en la Universidad de Cantabria desde hace tiempo y gracias a los contactos y colaboraciones internacionales que en el campo de la construcción mantiene el Área de Ingeniería de la Construcción del Departamento de Transportes y Tecnología de Proyectos y Procesos, desde hace cerca de un año, viene trabajando en estos campos el primer grupo de investigación universitario español, contando con la colaboración y apoyo de organismos oficiales (Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio del Gobierno de Cantabria, Ministerio de Fomento) y asociaciones empresariales (SEOPAN y ANCOP).
Para empresas del sector de la construcción, la tarea de introducir en sus actividades la gestión medioambiental se antoja harto difícil, más aun cuando todavía no se han asimilado las exigencias de los sistemas de calidad. El mero hecho de pensar que se va a necesitar el mismo trabajo para el sistema de gestión medioambiental que para el de calidad conduce inmediatamente al desánimo, pero si se mira desde otro punto de vista quizás el planteamiento sea diferente. ¿Por qué no trabajar con los dos sistemas de forma conjunta? Tal vez ahí esté la solución y, es más, posiblemente así el sistema de gestión medioambiental dé más contenido al de calidad y lo acerque más a la mentalidad de los clientes y los propios trabajadores.
Más información:
Francisco Ballester
Cat. de Ingeniería de la Construcción de la Universidad de Cantabria
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