Una interesante labor sindical de CCOO realizada en la planta de Nissan en el polígono de Zona Franca.
Hace aproximadamente tres años, la dirección de Nissan en Barcelona planteó la necesidad de “optimizar” las actuales rutas de transporte. El objetivo según la empresa era acabar con un problema de baja ocupación que en algunos turnos estaba entre el 15 y el 25 por ciento de la capacidad. En ese momento, teníamos 20 rutas que movían un total de unas 1800 personas repartidas en tres turnos de trabajo , mañana, central y tarde. Contando que hay una plantilla solo de Nissan de un total de 4700 personas y que el servicio está abierto a las empresa subcontratadas (previo pago), el volumen de uso en honor a la verdad era relativamente bajo. En una segunda reunión con la comisión de transporte, en la que estamos representados los sindicatos, la empresa nos plantea una importante reducción de líneas: pasar de 20 a 13 líneas.
Ante esta propuesta, desde CCOO nos planteamos qué hacer. En la sección sindical valoramos una respuesta contundente en forma de movilizaciones y finalmente diseñamos una estrategia de baterías de propuestas alternativas, unas propias y otras que nos propusieron los expertos en movilidad al trabajo de ISTAS-CCOO en base a otras experiencias. Expusimos una propuesta de restructuración de rutas en una de las reuniones de la comisión de transporte que fue bastante bien acogido. La sorpresa vino cuando la dirección, aun sin mucho convencimiento, recogió el guante y nos invito a cambiar el formato de reuniones por otro más dinámico en talleres de trabajo y cooperación conjunta. Vimos claro que la empresa en este formato, tampoco estaba cómoda pero se le obligaba a escuchar y argumentar, y no solo imponer su criterio. Lo primero que hicimos es organizar todo el trabajo que teníamos por delante.
Para empezar, queríamos conocer por qué los empleados no utilizaban el bus. Solicitamos a la empresa un mapa en el cual se reflejaran esquemáticamente los potenciales usuarios en base a la zona que residían. Además decidimos preguntar directamente a la plantilla mediante una encuesta, que les motivaba a usar el bus en caso de que fueran usuarios y que les motivaría a usarlo en caso de que no lo fueran. La encuesta nos sorprendió: recogimos alrededor de 1500 encuestas bien completadas, lo que nos daba una buena base de trabajo. Los resultados apuntaban que los no usuarios planteaban la no disposición del servicio en su zona, la comodidad del coche propio, la lejanía de paradas y la excesiva duración del trayecto. Los que si eran usuarios coincidían con los no usuarios en las dos últimas razones. Lo usuarios también reclamaban mejores unidades y el rediseño de las rutas actuales. Estos resultados nos dieron dos líneas de trabajo claras: rediseñar las rutas actuales y potenciar el uso del bus de empresa.
Con todos los datos en la mano, empezamos analizar ruta a ruta, qué trazados, paradas y tiempo podríamos mejorar. Asimismo empezamos a estudiar las zonas que no tenían actualmente servicio y tenían alta demanda de este. El diseño original partía de los años 80, cuando las necesidades eran otras por la residencia de los usuarios. La empresa proveedora del servicio colaboró activamente con nosotros cuando comprobó que se estaban dando soluciones a lo que en principio podía ser un gran conflicto y perdida de cantidad de servicios a realizar para Nissan. Realizamos un estudio previo de las rutas actuales y sobre esa base y los datos de la encuesta diseñamos nuevas y corregimos las actuales con Google Maps. Eliminamos paradas no utilizadas, añadimos otras y mejoramos trazados. También unimos líneas infrautilizadas para poder crear nuevas. Junto a la empresa de autobuses realizamos con un autocar cada ruta modificada e incluso con nuestro coches particulares, para comprobar sobre el terreno que las propuestas eran válidas.
Trabajamos sobre un resumen conjunto de cada reunión para tener una referencia común que nos sirviera de base de trabajo y guía a la vez. Una vez todo el trabajo de rediseño hecho, nos emplazábamos a una reunión final empresa y sindicatos en la que presentamos nuestras propuestas. Evidentemente había discrepancias finales ya que la empresa no aceptaba el sobrecoste que suponía sobretodo el dar servicio a zonas mas lejanas que no disponían de él.
Tras varias horas y recesos, y con el ánimo de no tirar dos años de trabajo, pero con la firmeza de saber lo que necesitábamos, conseguimos llegar a un acuerdo. Realmente a la dirección a esas alturas y con la publicidad que le habíamos dado a la restructuración del servicio, hubiera tenido serias dificultades para llevar a cabo una propuesta que perjudicara claramente a la plantilla que era usuaria del servicio de bus.
Finalmente se modificaron 16 de las 20 rutas actuales. Tres eran totalmente nuevas: alargamos el servicio por el sur hasta Vilanova (antes se llegaba hasta Castelldefels) y por el norte hasta Arenys de Mar (antes se llegaba hasta Mataró). En Badalona también se daba servicio a una zona de edificación nueva que tenía una fuerte demanda (Montigala y Pomar). En total se añadían 260 kms más a los recorridos originales, en un sistema de retribución en el que el proveedor cobra por kilómetros. En el resto de rutas, se intentó agilizar el trazado, eliminamos paradas obsoletas, añadimos algunas que tendrían mayor uso e intentamos mejorar tiempos tanto de entrada a fabrica como sobretodo regreso a casa.
Una vez hecho el diseño definitivo de rutas vimos la necesidad de motivar e incentivar la aceptación de ese gran cambio, por lo que hicimos una campaña de comunicación que duró unos 15 días y que incluía entre otras acciones, entrega de trípticos y mapas que incluían las nuevas modificaciones y mejoras. El proveedor se comprometió a dotar a casi toda la flota de servicio wifi, sobre todo en las rutas más largas, y acordamos que pondría en marcha una app que diría en tiempo real donde se encuentra el bus respecto a la parada, similar a la del Transporte Metropolitano de Barcelona. La comisión de transporte hizo un comunicado a la plantilla en el que hacíamos hincapié en los beneficios del uso del autocar: reducir las emisiones que contaminan el medioambiente, ahorro personal, además de potenciar mediante el uso, una ventaja social recogida en convenio colectivo. Le propusimos a la empresa, que fidelizará el uso continuado del servicio mediante sorteos, vales de comedor, coches de cortesía y algún pequeño regalo en los primeros días de puesta en marcha
La puesta en marcha de todas las modificaciones se inició el 26 de febrero de 2018 con un impacto muy positivo de las mejoras, hay que destacar por ejemplo en unos primeros datos, que aproximadamente 65 y 70 personas que viven en las poblaciones más lejanas que antes no tenían servicio como Vilanova o Arenys de Mar ahora sí que utilizan el bus de empresa. La puesta en marcha fue un éxito que no esperábamos y sin incidencia significativas a pesar de los cambios. La empresa proveedora estimó un incremento entre el 17 y el 20 por ciento tras los cambios. Tuvimos que retocar posteriormente levemente algunas líneas sobretodo en horarios y alguna parada. A reseñar la ayuda directa de la plantilla a la que la hicimos parte activa e implicamos en todo momento, así como el apoyo de los compañeros de ISTAS que nos animaron en todo a continuar con el trabajo y nos aportaron ideas y experiencias que nos sirvieron para el resultado final.