Albert Vilallonga y Luis Clarimón
Editada la guía “Movilidad sostenible al trabajo. 23 experiencias y buenas prácticas” que ha realizado Comisiones Obreras de Aragón en colaboración con ISTAS y de la Agencia de Sostenibilidad del Ayuntamiento de Zaragoza.
En la actualidad se da un cierto consenso, tanto en los escritos como en los discursos, aunque no se plasme en los hechos, sobre la necesidad acuciante de cambiar el modelo de movilidad al trabajo basado en el uso masivo del automóvil privado Es difícil refutar las evidencias que indican que este modelo debe ser superado si aspiramos a tener una movilidad más sostenible, es decir, más segura, más saludable, más respirable, más limpia, más equitativa, más económica, más respetuosa con el medio ambiente, con más empleo, con menor consumo de energía y más eficiente . Por todo ello debemos poner nuestro empeño en cambiar el modelo en beneficio de todos, en primer lugar de los trabajadores y trabajadoras, pero también de la sociedad en general, a favor también del tejido empresarial, del conjunto de la economía y de las arcas públicas.
Hay quienes ya han tomado conciencia de ello y, lo más importante, ya han asumido iniciativas y han obtenido resultados satisfactorios. De esto trata esta nueva guía de buenas prácticas en la movilidad al trabajo que ahora presentamos.
En, la primera edición, en el lejano 2009, aspirábamos a presentar experiencias de las cuales se valoraba el empeño en intentar cambiar el modelo, sin más. En la segunda edición, de 2013, el objetivo era incluir experiencias que fueran más allá de hacer propuestas para fomentar la movilidad sostenible en los centros de trabajo. Dos años después con esta nueva edición (realizada con la colaboración de la Agencia de Sostenibilidad del Ayuntamiento de Zaragoza) se confirma, que aunque aún queda mucho por hacer, vamos por el buen camino y ya empiezan a brillar con luz propia algunas experiencias, tanto en el territorio estatal como, sobre todo, en el resto de Europa.
No nos contentamos con exponer buenas iniciativas que se vayan materializando, sino que ya reclamamos resultados, cuantificables, tales como, un uso mayor de los modos y practicas más sostenibles en movilidad para ir volver al trabajo en detrimento de los modos menos razonables en términos sociales, económicos y ambientales.
Otra característica de la guía es que hemos puesto el empeño en recopilar la mayor variedad posible de casuísticas, es decir, desde diferentes tipos de centros de trabajo desde empresas a áreas de concentración de actividad económica, del sector público y privado y de diversos sectores (Industrial, sanitario, de la justicia, del transporte, de la enseñanzade la energía, comercio, de los seguros y financiero y comercio). Y, buscando la mayor pluralidad posible de estrategias, de planificación y gestión de la movilidad, así como de maneras sostenibles de acceder a los centros de trabajo.
Después de conocer y aprender de estas experiencias, concluimos que las claves del éxito son:
En definitiva, las buenas prácticas nos sirven para confirmar y argumentar que “si se puede” cambiar el modelo de movilidad imperante para desplazarnos al trabajo y orientarnos e inspirarnos en cómo debemos hacerlo, siendo un ejemplo a seguir. Pero, además nos demuestran que aún hay un largo recorrido por hacer, salvo excepciones, y nos enseñan que nuestra presencia sindical en este ámbito es ineludible y necesaria para lograr una movilidad sostenible. Para, ello es imprescindible implicar a nuestros delegados y delegadas y este es el cometido principal de la guía.
Para terminar, la mejor noticia es que si hoy mismo tuviéramos que elaborar de nuevo la guía ya contaríamos con nuevas y más experiencias exitosas en nuestro país, lo que nos anima a seguir adelante en esta labor y nos confirma que nuestra apuesta es acertada y realizable.
Si queréis ver o descargar la guía de las Buenas prácticas acceder a estos enlaces, del Portal de movilidad al trabajo de ISTAS/CCOO:
o bien en:
http://www.saludlaboralymedioambiente.ccooaragon.com/ficha.php?id=98#.VzCMkNSLTjE