¿Derribo o desconstrucción?
Holanda tiene como objetivo reciclar el 90% de los residuos de construcción y demolición para el año 2000Existe aún un importante desconocimiento con respecto a la dimensión del problema medioambiental causado por el derribo masivo de construcciones puesto que no se cuantifica con rigor el volumen de producción y composición de los residuos de construcción y demolición (RCD), ni se valora el impacto medioambiental desde una perspectiva global.
La gestión más frecuente de estos residuos suele consistir en la extracción de algunos materiales con cierto valor comercial junto con el derribo masivo del resto de materiales, el transporte y el vertido en el lugar más próximo posible al lugar de origen. En algunos países incluso se ha utilizado la incineración. Con respecto de las tierras de excavación suelen ser empleadas como material de relleno o como cubiertas temporales en los vertederos de residuos sólidos urbanos.
Dados los importantes problemas medioambientales asociados a estas actividades, algunos países están desarrollando una política claramente dirigida hacia evitar o limitar el vertido de residuos reciclables o recuperables. En este sentido, la tendencia es a desarrollar reglamentos, instrumentos, tecnologías y de alcanzar acuerdos para optimizar la máxima recuperación de materiales a partir de los residuos de construcción y demolición. Tal es el caso de Holanda que a través de un acuerdo firmado entre el gobierno y la industria de la Construcción, se ha aumentado el objetivo de reciclaje de los RCD del 60% al 90% para el año 2000. El Plan de Estrategia Medioambiental holandés establece 50 medidas con fechas horizonte para alcanzar dicha meta. Con esta finalidad, se prohibió el vertido de estos residuos a partir del 1 de enero de 1996.
La existencia de un elevado número de plantas de tratamiento de los RCD en diferentes países europeos muestra la viabilidad técnica y económica suficiente de las actividades de recuperación de estos residuos. A modo de ejemplo, en Alemania existen más de 300 plantas de este tipo, en Bélgica 40 (75% son fijas), en Dinamarca 17 (7 fijas, 7 móviles y 3 semimóviles), en Holanda se estima en torno a 60 (45 fijas y 15 móviles). En el Estado Español no se conoce de la existencia de plantas de recuperación de RCD, a pesar de existir al menos una empresa en Gerona que fabrica la maquinaria para el aprovechamiento de las fracciones a partir de escombros.
Tanto en actividades de construcción como de demolición existen numerosas posibilidades de reutilización, reciclaje y recuperación de materiales a partir del acero, la madera, el plástico, el vidrio, las tierras de excavación, etc. No obstante, existen algunas condiciones que limitan las actividades de aprovechamiento de los RCD como son: de carácter técnico (calidad de los residuos finales, separación de fracciones), de tipo normativo (ausencia de una política clara de promoción de actividades de recuperación frente a bajos costes del vertido de los mismos), condicionantes del mercado de productos recuperados (falta de información), costes de transporte o de la eliminación, etc.