Son malos tiempos para la lírica, también para el sindicalismo, que intenta recuperar el pulso en la calle para hacer frente al desempleo, la precariedad, la reforma laboral, el desmantelamiento del Estado de Bienestar y la pérdida de derechos. Demasiados frentes para Ignacio Fernández Toxo (La Coruña, 1952), tantos, que hemos tenido que hacer esta entrevista por correo electrónico.
Los recortes del Gobierno están afectando a ámbitos relacionados con el medio ambiente. ¿Qué consecuencias pueden tener estas medidas para el empleo?
La crisis se ha convertido en la coartada perfecta para todo. Las consecuencias están siendo dramáticas, tanto para el medio ambiente como para el empleo, con la crisis se han dejado de lado problemas reales, como el cambio climático, una amenaza que afectará especialmente a España. La agricultura y el turismo, entre otros sectores, se verán perjudicados.
Los recortes planteados por el Gobierno nos sitúan más cerca del precipicio y nos hacen más vulnerables y además como es bien visible tampoco son, como ya advertíamos, la solución a la crisis de la deuda. Un medio ambiente más degradado y la privatización del uso y gestión de los recursos naturales –como el agua- suponen una disminución de nuestro bienestar. El futuro debe pasar por un nuevo modelo basado en la sostenibilidad ambiental y social.
El Gobierno ha eliminado las primas para las nuevas instalaciones de energías renovables. ¿Cómo afectará esta decisión al cambio de modelo energético y el empleo del sector?
El sector de las energías renovables es clave para España, por varias razones. Apuntala un desarrollo industrial con una gran proyección internacional; garantiza la independencia energética de nuestro país, una limitación que lastra nuestra competitividad; y es un nicho de empleo de alta cualificación.
El inexplicable recorte de las primas ha sido un mazazo para el sector, sobre todo para subsectores como el de la energía fotovoltaica, aún en desarrollo. La volatilidad legal, la indefinición a la que se condena a esta industria provoca que los inversores huyan y se refugien en países fiables, con un marco legal estable. España no se lo puede permitir, sobre todo en un momento como el actual, en el que deberíamos apostar por industrias con futuro y no volver a fórmulas del pasado que ahora nos pasan factura.
Aún hay sectores de CCOO que miran el medio ambiente con cierta desconfianza, cuando desde la OIT, la CSI y desde otras instancias cada vez resulta más patente que la única salida a la crisis es la apuesta por la economía verde. ¿Qué papel va a jugar el medio ambiente en el próximo Congreso Confederal?
Hace años que la extraordinaria labor de un número muy importante de personas ha permitido situar, para siempre, el medio ambiente en la agenda de CCOO. Claro que hay sectores dentro del sindicato que todavía miran con temor los cambios que se deben efectuar en la manera de producir, con qué, y qué se produce. Pero en realidad la desconfianza se debe a la política errática del Gobierno, más preocupado en dar satisfacción a las demandas de los sectores más influyentes, desatendiendo el interés general.
Precisamente, en estos momentos se están elaborando los documentos de discusión para el próximo Congreso Confederal. Desde luego temas relacionados con el empleo y el cambio de modelo productivo tendrán en el debate una gran relevancia.
¿Cómo avanzar en los derechos ambientales de los trabajadores en las empresas?
En estos momentos el ataque a los derechos de los trabajadores no tiene límites y los sindicatos somos la última barrera que le queda por traspasar a quienes están impulsando un cambio en el modelo de organización social.
La defensa de estos derechos no excluye la de otros más incipientes, como los medioambientales, para dar respuesta a los nuevos retos a los que se enfrenta el cambio de modelo productivo. Facilitar la participación a los representantes de los trabajadores en los temas relacionados con la sostenibilidad ambiental en la empresa es básico para que entre todos adoptemos las medidas adecuadas en defensa del empleo
¿Qué puede hacer CCOO para mejorar la relación con los movimientos sociales, en concreto con las organizaciones ecologistas?
Para CCOO las alianzas son frutos de su propia existencia. Nosotros no podemos entender el sindicalismo sin participar en todos los temas que afectan a las condiciones de vida de la clase trabajadora porque no queremos limitarnos a una acción corporativa en el centro de trabajo y porque somos conscientes de que los cambios sociales o, ahora, la defensa de un modelo de sociedad alternativo al diseño neoliberal no puede afrontarse solo desde el sindicato.
Se hace necesario ganar hegemonía social para una propuesta alternativa. Por eso participamos en distintas plataformas que defienden cuestiones específicas. En el caso más concreto de nuestras alianzas con las organizaciones ecologistas, nuestro compromiso y cooperación se refleja en movimientos como Coalición Clima, donde trabajamos mano a mano con los grupos ecologistas, entre otros.
Desde aquí quiero agradecer a las organizaciones ecologistas que apoyaron la última huelga general. Precisamente en estos momentos estamos trabajando en el impulso de dos plataformas una la Red de Agua Pública y en la Plataforma en Defensa de los Servicios Públicos.