La crisis económica ha arrumbado a la crisis ambiental, pero hemos rebasado tanto los límites del planeta que ni siquiera un Green New Deal podría salvarnos del "vuelco" climático. "El problema no es físico, sino social. El fondo de la cuestión es político" asegura Daniel Tanuro, pensador y militante ecosocialista en su nuevo libro, El imposible capitalismo verde.
La crisis económica ha hecho visible en nuestro país las miserias de un modelo basado en la precariedad laboral en sectores de bajo valor añadido y de gran impacto ambiental. La crisis apremia. Urge salir de la misma en clave favorable a las clases trabajadoras. La fiscalidad puede contribuir a una política anticíclica o formar parte del bucle recesivo al que aboca la orientación actual de la UE. El recetario neoliberal enfanga el debate fiscal, por eso es pertinente hablar del fisco en tiempos de crisis.
Escribo estas líneas a pocos días de las elecciones generales. El debate electoral se ha centrado en la crisis en la que estamos inmersos. Las medidas adoptadas por la Unión Europea no parece que hayan contribuido a despejar las dudas sobre la continuidad de la moneda única, y tampoco nos dan respuesta a la preocupación sobre el riesgo de incurrir en recesión el año próximo. Aún más en el caso español, donde la mayor capitalización exigida a la banca puede tener como consecuencia una mayor restricción del crédito; todavía más.
Cada año se producen en nuestro país más de cien mil muertes por distintos tipos de cáncer. Esta cifra justifica por sí sola la necesidad de abordar políticas públicas que intenten paliar esta realidad y que se destinen recursos a la investigación y a la promoción de la salud difundiendo campañas sobre hábitos saludables y de consumo.
El antiguo Reino del Dragón es ahora una comunidad moderna que desde comienzos del tercer milenio y hasta 2008 creyó vivir su arcadia feliz de capitalismo especulativo y encontrar su lugar en el mundo globalizado. Se acuñó una idea recurrente, aparecer en el mapa, como si surgiéramos de la nada, como si las legiones romanas no hubieran levantado aquí una ciudad en honor a su Cesar Augusto. Pero como todos los países, comunidades y ciudades quieren "estar en el mapa" y ser competitivos; eso exige destacar con proyectos "estrellados", con fantasías ingenieriles, con desmesuradas aventuras constructivas y sueños de negocios sin fin que, en general, transfieren patrimonio público a manos privadas a cambio del negocio a corto plazo, empleo temporal, espectáculo y veleidades de identidad colectiva.
Entre los grandes países europeos, España es el que más ahínco ha puesto en construir autopistas. Sabido es que hoy en día encabezamos el ranking europeo de kilómetros por habitante o por kilómetro cuadrado. Y aun así, da miedo ver los planes que tanto el Ministerio de Fomento como casi todas las consejerías de obras públicas de las comunidades autónomas tienen para seguir construyendo autopistas. Sin ir más lejos, la reciente victoria del PP en las elecciones regionales está suponiendo un nuevo impulso a la construcción de nuevas autovías, por ejemplo, en Baleares.
La eléctrica es la forma de consumo de energía que mayor número de consumidores tiene en nuestro país: más de 20,7 millones con tarifas reguladas por el Gobierno (las llamadas tarifas de último recurso), y 4,2 millones con tarifas de comercializadoras libres. La eléctricidad representa el 50% de los consumos finales de energía en España. Esto explica que sean tan relevantes sus precios finales.
Nuestro país tiene un primer grave problema energético: su nivel de dependencia de las importaciones exteriores es del 88%. Por encima del 50% de la UE o del 25% de EEUU. Sólo el 2% del crudo consumido es extraído en territorio español. El saldo comercial energético en 2010 (exportaciones menos importaciones) es aterrador.
¿Quién se ha llevado mi queso? No sé si recuerdan o han leído este librito que fue un best-seller hace unos años.
A tenor de las noticias sobre el resultado del referéndum realizado en Italia -sobre una propuesta de ley que obligaba a las Administraciones Públicas a privatizar de forma descarada y obscena los servicios de abastecimiento y depuración de agua- son muchas las voces que abogan por movilizar a la ciudadanía madrileña para conseguir la convocatoria de una consulta popular sobre la privatización prevista del Canal de Isabel II.
Fieles a nuestra cita tratamos de hacer un análisis sobre lo acontecido en 2011 en lo referente a los incendios forestales, la misma fidelidad con la que ellos acuden a devorar los montes de este país. Si nos atenemos al titular caben dos reacciones. Una: ¡excelente! Ha ardido una superficie algo menor que en el año anterior. Otra: ¡Uhmm! Ha habido más fuegos.
El Observatorio del Sector Industrial del Papel del Ministerio de Industria nos ha permitido realizar durante el año 2010 el estudio Sistemas de Gestión Ambiental (SGA) y trabajadoras y trabajadores de la industria del papel promovido por los sindicatos CCOO y UGT, está realizado en la práctica por ISTAS, bajo la dirección de la Secretaría de Medio Ambiente de la Federación de Servicios a la Ciudadanía y el Sector de Artes Gráficas, Papel y Fotografía.
Los efectos del actual modelo de movilidad al trabajo -basado en el uso del automóvil- tienen una dimensión europea. Así lo entienden Comisiones Obreras y otros tres sindicatos -Vlaams ABVV de Bélgica, CGIL de Italia y ACE de Alemania-, que durante dos años han analizado la situación de la movilidad al trabajo en estos cuatro países para proponer alternativas más sostenibles y beneficiosas para la salud de los trabajadores, el medio ambiente y la economía.
Núm. 56
2011
Javier Morales Ortiz
Manuel Garí
Eduardo Gutiérrez
Ricard Riol Jurado
Pau Noy Serrano
Luis Clarimón
Daniel Tanuro. Los libros de VIENTO SUR y La Oveja Roja. Madrid, 2011
Fundación 1º de Mayo. Madrid, 2011