Aprovechemos la crisis, impulsemos las renovables

El sector podría emplear a 350.000 personas en 2020, según un estudio de ISTAS.
Sara Pérez Área de Energía y Cambio Climático de ISTAS, Bibiana Medialdea Profesora de Economía en la Universidad de Valladolid y colaboradora de ISTAS

Es frecuente escuchar que "las crisis son oportunidades" y, más en concreto, que en nuestro país la crisis en la que nos encontramos abre la posibilidad de iniciar el tan necesario "cambio de modelo productivo". Pero más allá de afirmaciones retóricas, el hecho de que la transición hacia un modelo ecológicamente sostenible no sea incompatible, sino complementario con el avance hacia un modelo socialmente justo, precisa de análisis constructivos y concretos.

Desde esta perspectiva, el cálculo del volumen de empleo actualmente existente en el sector de las energías renovables (dato que en nuestro país no existe de forma oficial) y la calidad del mismo, así como del que se podría crear si el Gobierno apostara por una política activa de promoción de estas energías, son de crucial importancia.

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A este doble objetivo se dedica el Estudio sobre el empleo asociado al impulso de las energías renovables en España 2010, elaborado por el Instituto Sindical de Trabajo, Ambiente y Salud (ISTAS) en colaboración con el Instituto por la Diversificación y el Ahorro de la Energía (IDAE). El trabajo se apoya en cuatro procedimientos metodológicos complementarios entre sí: encuestas a 925 empresas (que representa el 40,7% del número total de empresas estimadas del sector de las energía renovables); 17 entrevistas en profundidad a expertos del sector; 9 estudios de casos a empresas relevantes (ya sea por la tecnología que utilizan o por su peso económico); y el análisis de las cuentas de resultados de 22 de las principales empresas (por volumen de empleo y facturación) inscritas en el registro mercantil.

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«El empleo directo asciende a 68.737 puestos de trabajo, mientras que el empleo indirecto se cuantifica en 24.521 más» Un primer resultado relevante del estudio es la estimación del empleo (directo e indirecto) que en 2010 se encuentra asociado a las energías renovables. Según recoge la tabla 1, el empleo directo asciende a 68.737 puestos de trabajo1, mientras que el empleo indirecto se cuantifica en 24.521 puestos más. Además, el análisis permite distribuir las plantillas según subsectores de actividad, lo que demuestra un claro predominio en la generación de empleo en los subsectores eólico y fotovoltaico, que concentran entre los dos más del 70% del empleo total.

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Empleo estable

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También se ha obtenido información relevante respecto a las características del empleo. Por ejemplo, el 83,7% del personal cuenta con un contrato indefinido y, tal como ilustra el gráfico 2, las cualificaciones mayoritarias son técnicos o titulados superiores, seguido de técnicos medios (donde se incluye personal administrativo) y de oficiales (obrero cualificado). Ambos aspectos (contratación indefinida y alto nivel de cualificación profesional) parecen arrojar una imagen positiva sobre la calidad del empleo en el sector. Sin embargo, hay que señalar que diversos factores apuntan a la existencia de un alto grado de subcontratación que invisibiliza empleos de menor cualificación y relaciones contractuales también distintas.

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Por lo general, las cualificaciones requeridas para las distintas ocupaciones parten de los perfiles y las formaciones ya existentes adaptadas a las especificidades de las energías renovables en cada uno de sus ámbitos, particularmente en lo que se refiere a las tareas de operación y mantenimiento de instalaciones. Esta es una oportunidad muy importante ante la actual crisis económica y en concreto para el sector de la construcción: el reciclaje profesional de personal cualificado de las industrias existentes, por ejemplo de la construcción en sus ramas de fontanería y electricidad, hacia la especialización en las habilidades necesarias para el desarrollo de las energías renovables.

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El estudio también recoge un análisis de los empleos desde la vertiente de género, ya que las desigualdades entre hombres y mujeres se manifiestan en los diferentes ámbitos de lo social, siendo el mundo laboral uno de los campos donde históricamente se han producido los mayores desequilibrios. La diferencia en cuanto a la participación de hombres y mujeres es muy notable: las mujeres representan un 26,3% de las plantillas, siendo la media del 27,2% para el sector industrial en España. Todavía más significativo resulta el análisis de su distribución por departamentos, ya que ésta re produce en gran medida el papel asignado al trabajo femenino: cerca de un 64% de los empleos se concentra en el departamento de administración. Otros departamentos, como promoción, comercialización, ventas, y en menor medida desarrollo de proyectos e Investigación, desarrollo e innovación (I+D+i) muestran porcentajes relativamente elevados. Mientras, aquellos directamente relacionados con la producción, industrial o de instalación, presentan los porcentajes más bajos.

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«La contribución de las 22 principales empresas en términos de producción bruta alcanza el 0,66% en el conjunto de la economía y su valor agregado el 0,37% del PIB» Desde un enfoque económico, el análisis de las memorias de las 22 principales empresas indica que ya en la actualidad el sector de las energías renovables tiene un peso significativo dentro de la estructura económica del país. Por ejemplo, la contribución de esas mayores empresas en términos de producción bruta dentro del conjunto de la economía alcanza el 0,66%, mientras que su valor agregado representa el 0,37% del PIB2. El sector aparece, además, con un potencial exportador muy importante. El volumen total de exportaciones de estas empresas asciende a 4.827 millones de euros, es decir, ob tienen en mercados internacionales el 27,5% de sus ingresos (la propensión exportadora de la economía española es sustancialmente inferior, un 13,8%). En cualquier caso, no se puede olvidar que estas 22 empresas son las de mayor envergadura del sector, tanto por plantilla como por cifra de negocios. Por tanto, es muy probable que su coeficiente de exportación sea superior al del sector en su conjunto. Por último, el estudio económico también indica que el nivel de gastos en I+D+i sobre el PIB es sensiblemente superior al del resto de la economía, siendo este último de un 1,27% y el de las 22 empresas analizadas de 1,63%.

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El estudio no sólo trata de cuantificar y caracterizar el empleo actualmente asociado a las energías renovables, sino que también estima el potencial de generación de empleo en el futuro según diferentes escenarios. En resumen, se trata de estudiar los efectos sociolaborales de una mayor o menor penetración de las energías renovables en el mix energético. La experiencia de estos años ha puesto de manifiesto que algo tan trascendental para la actividad económica y para la sociedad como la energía no puede dejarse al arbitrio del libre mercado. Es imprescindible establecer desde el Gobierno, de manera democrática y a partir de un proceso de participación en el que intervengan todos los agentes sociales y económicos, los escenarios energéticos con un enfoque de demanda, fijando objetivos de potencia y de producción para cada tecnología y determinando las instalaciones que se hayan de construir y los combustibles que se hayan de emplear.

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1. El Ministerio de Industria, Comercio y Turismo considera equivocadamente la incineración de residuos sólidos urbanos como una tecnología renovable. La estimación del número de empleos en ese caso sería de 70.152 empleos directos.


2. Esta diferencia indica que el sector de las energías renovables tiene un índice de compras y aprovisionamientos de servicios exteriores contratados superior al promedio de la economía española. Este aspecto sería coherente con la presunción de un nivel de subcontratación elevado.

COMENTARIOS

  • 14/04/2011 20:50, Francisco de Inés Horcajo
    El ministro puede haber dicho renovable en vez de Régimen Especial, frecuente en términos coloquiales, pero es cierto que el RD 661/2007, generaci´n eléctrica en régimen especial, contempla en uso de los Resíduos Sólidos Urbanos, como biomas del tipo b.7.2 ó c.1; con la consiguiente remuneración especial. SALUDOS

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