Una. Es evidente la necesidad del apoyo financiero al despegue de las energías renovables. Sin embargo, el Parlamento y el Gobierno español dan muestras de un comportamiento errático. El plan de apoyo a las renovables (PANER) fijó que en 2020 la aportación al consumo final de energía de estas energías sería del 22,7%, pero en la Subcomisión del Congreso se rebajó al 20,8%. El recorte de 4.600 millones de euros de los gastos del sistema eléctrico previsto por el RDL14/2010 se ceba con las renovables: 2.220 millones corresponden a disminuciones de primas a la solar fotovoltaica -lo que significará un recorte de la facturación de un 30%- 891 a la termosolar y 232 a la eólica. Hubo problemas en la fotovoltaica, pero el responsable fue el Gobierno, que reguló mal -lo que facilitó los fraudes de capitales especuladores que convirtieron las instalaciones en productos financieros- y ahora rectifica peor.
Dos. Álvaro Mazarrasa, representante de los operadores de productos petrolíferos afirma que "Cada tipo de energía debe ser capaz de competir con otras fuentes sin subsidios estructurales ni costes añadidos; cargar a un tipo de energía con un sobrecoste para financiar el desarrollo de otra energía con un uso totalmente diferente carece de racionalidad económica, medioambiental y social". Olvidadiza versión. Olvida los costes de las importaciones de gas y petróleo que a finales de 2010 se habían incrementado hasta el 30% y que, dada el alza del precio del crudo, significó un sobrecoste de 7.000 millones de euros. De seguir así en 2011 impedirá la salida de la crisis. Olvida los costes sociales, sanitarios y económicos de la contaminación atmosférica que envuelve nuestras ciudades. Olvida que todos hemos pagado el despegue de todas las energías convencionales.
Tres. Las emisiones de gases de efecto invernadero no se han detenido en la Cumbre de Cancún, México. Mientras tanto, la petrolera BP, aliada con la rusa Rosneft, perfora el Ártico, tarea facilitada por el dramático deshielo. Nadie detiene la irracionalidad y no es casualidad: los intereses petroleros siguen, con Exxon Mobil a la cabeza, liderando el ranking global de empresas por capitalización bursátil. Fin de la inocencia: el capitalismo realmente existente asienta sus ganancias en una charca de petróleo.