El Estudio para el impulso de las energías renovables y la promoción del empleo en el País Valenciano, elaborado por ISTAS y CCOO del País Valenciano pretende analizar la situación energética actual, el empleo existente en el sector energético de renovables (EERR) y cuáles son los escenarios de futuro de acuerdo con las propuestas que planteamos, enmarcadas en los compromisos de reducción de emisiones, que nos conducirían a un potente impulso de las energías renovables y la consiguiente generación de empleo.
El primer hecho relevante que constatamos es la baja presencia de energías renovables en el País Valenciano. Un discreto desarrollo que sitúa la aportación de energía primaria en el 3,2%. Esto se relaciona directamente con una alta dependencia energética del petróleo, el gas y el uranio (96,8%), alejada de la dependencia española (82,8%) y todavía más de la UE de los 27 (51,3%).
Aún así, contamos con un sector industrial (479 empresas dedicadas parcial o totalmente al sector) con una base suficiente como para encabezar un crecimiento que nos sitúe para el año 2020 en el 20% de presencia de renovables en el mix energético y con un 20% de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), objetivos de la UE y el Estado.
Hemos encontrado un tejido empresarial muy atomizado, compuesto sobre todo por microempresas y pequeñas empresas con menos de cinco trabajadores -el 58% del sector-, lo que supone una dificultad añadida para su desarrollo.
El número de trabajadores que tienen relación con la actividad de las energías renovables es de 7808, de los que 5031 la desarrollan en exclusiva dentro del sector. Respecto a la relación de género, corresponde el 70% a hombres y el 30% a mujeres, es decir muy marcado por la presencia masculina con excepción de los trabajos administrativos.
Por subsectores, la fotovoltaica abarca más del 50% del empleo y junto a la solar térmica y la eólica alcanzan el 85% del total.
El crecimiento inmediato puede producirse en eólica si se eliminan las trabas administrativas y la administración autonómica abre un ámbito (que nunca existió) de concertación con los municipios y las entidades sociales y sindicales. Con respecto a la fotovoltaica, habría que optar por las instalaciones en cubierta y la eliminación de trabas administrativas en la facturación.
En aplicaciones térmicas de frío y calor dirigidas al ámbito de servicios y doméstico hay dos fuentes energéticas, la solar de baja temperatura y la geotérmica, de la que se espera un crecimiento espectacular. Para el sector industrial, las tecnologías recomendadas son la solar térmica en grandes superficies, la solar térmica de media y alta temperatura, el biogás y la biomasa.
Con la generación eléctrica distribuida, asociada al autoconsumo, las tecnologías de elección son la solar fotovoltaica y la mini eólica, y es ahí donde el País Valenciano dispone de destacadas empresas.
El aprovechamiento hidráulico está en relación con el bombeo como forma de aprovechar y equilibrar las horas valle (poca demanda eléctrica) y las horas punta (alta demanda eléctrica).
En este contexto, el escenario que planteamos para el año 2020 está en consonancia con la UE: 20% de cobertura de la energía primaria con renovables y 20% de reducción de gases de efecto invernadero, situando la cobertura de energía eléctrica renovable en el 32,5% y una ocupación directa de 19 380 trabajadores. Es oportuno señalar que para la confección de este escenario no hemos considerado renovables la incineración de residuos y la gran hidráulica, por el grave impacto ambiental que provoca su explotación.
El País Valenciano dispone de los recursos tecnológicos necesarios, de las condiciones climáticas (viento, irradiación solar, biomasa...) y de un amplio potencial para el desarrollo de otros sectores con una enorme proyección a corto y medio plazo. En todas las tecnologías existe una base empresarial y profesional preparada para todo el proceso productivo.
Sin embargo, la inexistencia de planificación energética, de un plan de energías renovables actualizado y de voluntad política suponen un serio obstáculo a su desarrollo y al cumplimiento de los objetivos planteados.
La situación puede modificarse exclusivamente a partir de una decidida apuesta política por parte de la Generalitat Valenciana en colaboración con otras instancias políticas, administrativas, empresariales, sindicales y sociales, permitiendo que afloren importantes sinergias. Los beneficios de esta apuesta redundarían en mejoras industriales, económicas, medioambientales y sociales, contribuyendo a la reducción de la dependencia energética, e impulsando un modelo ambientalmente más sostenible y generador de empleo; la mejora de la competitividad industrial, y de la balanza de pagos por ahorro en no compra de combustibles fósiles y uranio importados, y liberando recursos económicos para invertir en I+D+i y nuevas tecnologías que generarían un importante valor añadido en la economía y el empleo.
Pueden descargar el estudio completo en las webs de CCOOPV y de ISTAS
www.pv.ccoo.es
www.istas.ccoo.es
Antoni Montesinos
Secretaria de Medio Ambiente CCOO País Valenciano