El Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), dependiente del Ministerio de Industria, ha iniciado el proceso de participación de los distintos sectores sociales y económicos en la elaboración del nuevo Plan de Energías Renovables (PER) 2011-2020, que sustituirá al actual, vigente desde 1999. El nuevo plan es vital para el desarrollo de un sector estratégico para la economía española y que puede generar miles de empleos.
Si España quiere ser líder en el desarrollo de las fuentes y tecnologías de energías renovables deberá superar en 2020 el objetivo del 20% del consumo de energía primaria procedente de renovables establecido por la Unión Europea. Esto implica que al menos el 40% de la producción eléctrica debería proceder de fuentes de energía limpia. Además, dichos objetivos deberán adaptarse al cumplimiento de los compromisos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero que adopte la Unión Europea en el marco de un nuevo acuerdo internacional que sustituya al Protocolo de Kioto, en la perspectiva de que se amplíe el objetivo de reducción de emisiones al menos al 30%.
Aunque el sistema de retribuciones a las energías renovables se ha mostrado eficaz, hay que incorporar alguna corrección para evitar distorsiones. Las retribuciones que se fijen para el impulso de las diferentes tecnologías de generación de electricidad habrán de ser suficientes para promover su desarrollo y cumplir con los objetivos fijados, pero deberán ajustarse a la evolución de costes de instalación de cada una de ellas. Esto dotará a las inversiones de predictibilidad y evitará los calentamientos artificiales (burbujas) de alguno de los sectores, como el fotovoltaico, que tanto ha dañado a la situación laboral y a la imagen de las energías renovables.
Nos preocupa la situación del sector de la biomasa, que está actualmente muy por debajo de los objetivos previstos por el plan vigente. Hacen falta medidas especiales de apoyo y que las Administraciones Públicas y sectores concernidos (ambiental, agrícola, forestal, ganadero, agroindustrial...) se involucren.
La tecnología empleada en la energía solar térmica ha sido ampliamente probada, es eficiente y ofrece múltiples usos (domésticos, servicios, industrias...). Sin embargo, su marco de apoyo (Código Técnico de la Edificación y ordenanzas municipales) ha sido muy tardío y los objetivos que marcaba el PER 1999-2010 (muy razonables) quedarán muy lejos de cumplirse. De ahí la importancia de dar un impulso a la solar térmica que pasa, entre otras actuaciones, por incrementar los sistemas de vigilancia y control del Código Técnico de la Edificación y aumentar los incentivos para promover instalaciones en los edificios y viviendas del parque edificatorio actual y en los edificios de las Administraciones Públicas.
La incineración de residuos no es renovable
La incineración de residuos no puede considerarse como energía renovable, ya que los recursos y materiales contenidos en los mismos de ninguna manera se renuevan (a excepción de los orgánicos que se consideran biomasa), sino que se destruyen, un proceso que genera contaminantes tóxicos que ocasionan un riesgo ambiental inaceptable. Por otra parte, el aprovechamiento energético que produce incinerarlos es muy inferior al ahorro energético que se produciría si se reciclaran. De ahí que no sea razonable incentivar y subvencionar unas instalaciones de producción de energía que destruyen recursos, fomentan el incremento de la producción de basura y confunden a la sociedad al tenerla en la misma consideración que las fuentes de energía realmente renovables. Estimamos que debería eliminarse la prima con la que se retribuye la electricidad producida con este sistema y excluirlas del régimen especial.
Hemos planteado al IDAE unas primeras sugerencias respecto de todas las fuentes renovables, en las que planteamos que sería muy importante no sólo disponer de un diagnóstico previo de la situación de los sectores y de las tecnologías, sino también de un balance de la ejecución del PER 1999-2010, analizando cuáles son las medidas que han permitido cubrir los objetivos previstos en unas tecnologías y por qué no se ha cubierto en otras. De esa manera estaremos en mejores condiciones para poner en marcha las medidas de apoyo para el siguiente período.
Carlos Martínez Camarero
Secretaría Confederal de Medio Ambiente de CCOO