En diciembre de este año se celebrará en Copenhague la Cumbre del Clima. Los gobiernos miembros de la Convención Marco de Naciones Unidas de Cambio Climático tendrán que llegar a un acuerdo global para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero con objeto de estabilizar el clima sin interferencias peligrosas.
Cuando he entregado a ISTAS mi trabajo sobre perfiles emergentes de empleo en las energías renovables, desde Daphnia se me ha encargado un artículo sobre las características que tendrá el empleo en el sector hacia 2020. Un escrito de este cariz pertenece al campo de la fantasía. En principio, hay muchos factores aleatorios que poco tienen que ver con la sustitución de fuentes de energía.
En fin, estamos ante la gran oportunidad de aprovechar el cambio de ciclo para abordar con valentía los cimientos para la "refundación ecológica" de la economía en clave de sostenibilidad integral. La creciente presión humana está provocando una alteración planetaria que permite definir la era actual como Antropoceno, en tanto que nuestra especie se ha convertido en una nueva fuerza capaz de controlar los procesos fundamentales de la biosfera y provocar el fenómeno del cambio global.
Si nos atenemos a las grandes cifras, los bosques van bien. La superficie forestal aumenta y, además, en los dos últimos años los incendios forestales nos han dado una pequeña tregua. Los últimos inventarios nos hablan del incremento de biomasa de nuestra superficie forestal, biomasa que podemos convertir en carbono para valorar el efecto sumidero de nuestros bosques y, sobre todo, plantaciones.
El mundo actual no puede entenderse sin integrar la movilidad; sobre todo en las ciudades y áreas metropolitanas, donde se concentran millones de personas y de actividades de todo tipo. La movilidad es, ciertamente, un derecho que cada individuo puede ejercer dentro de unos determinados límites.
Hoy en día hay una fuerte evidencia científica de que el cambio climático contribuye a aumentar la carga de enfermedades y de muertes prematuras, fenómeno que irá acentuándose en las próximas décadas.
La contaminación atmosférica es un fenómeno conocido desde antiguo, que en el mundo contemporáneo cobra una gran importancia a partir de una serie de episodios que tuvieron lugar en los países industrializados durante la primera mitad del siglo XX.
En este número monográfico sobre contaminación atmosférica y sus efectos sobre la salud quizá llame la atención del lector la inclusión de un artículo sobre ruido.
La falta de control de sustancias químicas dentro y fuera de las empresas ha provocado serios daños ambientales. Los trabajadores europeos están pagando un alto precio por la utilización de químicos en los lugares de trabajo: alrededor de una de cada tres enfermedades profesionales1 y 74.000 muertes2 se reconocen cada año en Europa por la exposición a productos químicos peligrosos.
Todas las personas nacidas después de los años 501 tenemos DDE, un metabolito del plaguicida DDT, en nuestro organismo, junto a otras muchas (¿decenas, centenares?) sustancias sintéticas tóxicas que pueden dañar nuestra salud.
En los últimos años, un número creciente de países están llevando a cabo estudios para evaluar la magnitud de la contaminación de sus ciudadanos por compuestos tóxicos persistentes (CTP).
En 1930, el premio Nobel de Física Robert Milikan aseguró que la humanidad no podía construir nada que causara verdadero daño a algo tan grande como la Tierra. Pero ene se mismo año el ingeniero químico Thomas Midgley inventó los clorofluorcarbonados (CFC), que en los decenios siguientes fueron liberados a la atmósfera hasta adelgazar peligrosamente la protectora capa de ozono estratosférico: esto es, dañando gravemente esa Tierra tan grande y en apariencia invulnerable.
La interacción entre el ser humano y el medio ambiente ha evolucionado provocando la aparición de nuevos factores de riesgo para la salud. Los niveles de contaminación del aire, el agua y el suelo que hemos alcanzado, así como la emisión de compuestos químicos y el cambio climático, suponen nuevos retos para la salud pública por el aumento de patologías asociadas a estas exposiciones, como enfermedades cardiovasculares y respiratorias, cáncer, alteraciones endocrinas...
Sony España optó en diciembre pasado por llevar a cabo un expediente de regulación de empleo, que afectaba a 275 trabajadores en su factoría de televisores BCN-TEC, situada a pocos kilómetros de Barcelona. La dirección española de la multinacional argumentó que la reducción era imprescindible para la viabilidad del centro tecnológico y de producción: "la única solución para sobrevivir", según un comunicado oficial interno de la empresa.
La cita es en un pequeño jardín anexo a la sede de ISTAS, el lugar donde ha trabajado Jorge Riechmann (Madrid, 1962) durante los últimos años, antes de reincorporarse a la docencia, en la Facultad de Filosofía de la Universidad Autónoma de Madrid. Poeta, traductor, ensayista, Riechmann acaba de publicar La habitación de Pascal (Los Libros de la Catarata, 2009), una obra que cierra lo que ha llamado “pentalogía de autocontención”. A partir de un conocido pensamiento de Pascal –“He descubierto que toda la desdicha de los hombres proviene de una sola cosa, que es no saber permanecer en reposo, dentro de una habitación”–, Riechmann elabora una propuesta de vida en la que los humanos seamos conscientes tanto de nuestros límites como de los límites de la naturaleza.
La Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía presentó hace dos años a debate social la Ley de Gestión del Ciclo Integral del Agua de Uso Urbano y Medidas de Fiscalidad del Agua, sin que pudiera ser aprobado. En CCOO de Andalucía entendimos que las oportunas consideraciones críticas realizadas desde el Consejo Económico y Social de Andalucía fueron argumentos que llevaron a la Junta a reconsiderar su proyecto y retirarlo.
Irritación en la piel, problemas en las vías respiratorias, cáncer, contaminación de las aguas o emisiones a la atmósfera son algunos de los efectos sobre la salud humana y el medio ambiente de los aceites usados, residuos procedentes de numerosas actividades. El Departamento de Medio Ambiente de CCOO ha elaborado una guía para reducir su impacto.
Con la aprobación de la Ley de Responsabilidad Medioambiental (LRM) y su posterior desarrollo reglamentario1 se ha incorporado a nuestro ordenamiento jurídico un régimen administrativo de responsabilidad ambiental basado en el principio de prevención y en el de quien contamina paga, de carácter objetivo e ilimitado.
Necesidades, explosión consumista y crisis ecológica
Joaquin Nieto. Editorial FSC CCOO. Madrid 2009.
Colapsos y transformaciones socioeconómicas. Roberto Bermejo Centro de Investigación para la paz (Cip Ecosocial) / Los Libros de la Catarata, Madrid 2008. 349 páginas.
Miquel Porta, Elisa Puigdomènech y Ferrán Ballester (eds.). Los Libros de la Catarata. Madrid, 2009.