Hasta el momento la mayor parte de estudios de opinión ambiental que se han realizado en nuestro país han recabado la opinión de los empresarios o de las personas en tanto que consumidores. Muy pocas investigaciones han abordado la cuestión desde la perspectiva de la ciudadanía, con obligaciones y derechos políticos en el ámbito ambiental, y en ningún caso se ha tenido en cuenta la dimensión laboral de los encuestados
La participación de los trabajadores en el proceso de producción les permite un conocimiento directo de muchos de los problemas ambientales derivados de la actividad productiva y, en general, de las actividades económicas con mayor impacto en el medio ambiente: industria, agricultura y transporte. Un número creciente de trabajadores consideran que tienen derecho a participar en cualquier dimensión de su empresa que tenga que ver con la fortaleza y la sostenibilidad a medio y largo plazo de la misma. Tal es el caso de las cuestiones ambientales.
De ahí la necesidad de realizar el Ecobarómetro Laboral 2007 en el que el Instituto Sindical de Trabajo, Ambiente y Salud de CCOO (ISTAS) ha abordado las principales cuestiones ambientales que afectan a la actividad laboral y el empleo. Este estudio, el primero de sus características elaborado en España, se ha realizado a partir de una encuesta formulada a más de 600 asalariados pertenecientes a distintos sectores productivos. Los principales resultados se exponen a continuación.
Giro de 180o en la percepción ambiental
Se ha producido en los últimos años un importante aumento de la sensibilidad ambiental entre los trabajadores y se constata la existencia de una percepción mayoritaria del proceso de adecuación a las exigencias medioambientales como una oportunidad para crear un nuevo tejido industrial más limpio y menos contaminante.
La gran mayoría de los trabajadores tienen claro que el origen del calentamiento radica en las actividades productivas y de transporte y, por tanto, tiene relación directa con la acción humana. A su vez consideran que el cambio climático es una amenaza para la economía y el empleo. La mayoría demanda nuevas políticas de la administración, nuevas alternativas tanto políticas como tecnológicas y el cumplimiento de las normas por parte de las dos están dispuestos a asumir nuevos compromisos y responsabilidades ambientales, pero no es partidario de incrementar los impuestos y precios de ciertos bienes y servicios por razones ecológicas.
Fuentes de energía, cambio climático, empleo y fiscalidad
El Ecobarómetro Laboral 2007 revela que el 87,2% de los trabajadores atribuye el cambio climático a la acción humana y que un 88% cree que tendrá efectos negativos sobre el empleo. Más del 55% de los encuestados considera que merece la pena reducir las emisiones para frenar el calentamiento global y, en este sentido, el 85,7% ven a las energías renovables como parte de la solución. En este tránsito hacia una nueva economía baja en carbono, la mayoría de los trabajadores se opone a la construcción de nuevas centrales nucleares (un 77,5%) y el 67% opina que habría que ir cerrando paulatinamente las ya existentes a medida que termine su ciclo de vida.
Los trabajadores, en general, no quieren pagar impuestos por razones medioambientales. El 55% se muestra bastante de acuerdo con que se debe gravar con impuestos el precio de la gestión de residuos por motivos medioambientales, pero esos apoyos decrecen cuando se trata del consumo de agua (el 39%), el de combustibles (un 36%) o el de electricidad (un 33,7%).
Organización del territorio, infraestructuras y movilidad
En cuanto al modelo territorial y las infraestructuras, también existe una opinión mayoritaria entre los trabajadores (un 75,3%) de que el actual crecimiento urbanístico de los últimos años ocasiona pérdida de calidad de vida. No hay tanta unanimidad respecto a la sustitución de la inversión en carreteras y autovías por las infraestructuras ferroviarias. Una mayoría (el 53,8%) considera que las autovías son suficientes y que las nuevas inversiones deben ir al ferrocarril, frente a un 46,2% que piensa que se necesita más inversión en autovías.
La media de distancia que dista entre la vivienda y el puesto de trabajo es de 13,44 km y el coche es el medio más usado para ir al trabajo ya que el 64% de los encuestados lo utilizan. El 50,3% lo hace en coche privado y el 14,5% lo comparte al menos con una persona. Las otras modalidades de transporte utilizado son: autobús de empresa (5,3%), autobús público (5,2%), en motocicleta (1,6%) y en metro, tren o tranvía (3,5%). Es decir, sólo utilizan transporte colectivo un 14% de los encuestados.
Información y participación
La mayor parte de los trabajadores considera que recibe escasa información por parte de sus patronos y apoya que sus representantes sindicales participen en la política de gestión ambiental de las empresas. Al mismo tiempo consideran que su actuación desde el puesto de trabajo puede mejorar la situación ambiental de las mismas.
Este estudio ha sido el primero. Tenemos la voluntad de hacer e seguimiento periódico de las actitudes y opiniones de los asalariados españoles ante el medio ambiente.
Manuel Garí
daphnia@ccoo.es