En las últimas décadas la expansión del transporte motorizado al trabajo ha contribuido al deterioro de la salud de los trabajadores. El desarrollo de las relaciones territoriales en la actividad productiva y en las conexiones hasta el centro de trabajo ha empeorado significativamente. Los trabajadores viajan más tiempo, más lejos y en zonas cada vez más congestionadasLos desplazamientos al trabajo producen anualmente en España casi 90.000 siniestros
con baja laboral,de los que 379 son mortales El estrés y a la tensión generada por los atascos facilita un entorno inseguro para la conducción y favorece las posibilidades de que se ocasionen accidentes. Sin olvidar que durante el viaje de regreso a casa, después de desarrollar toda una jornada laboral, el cansancio puede ocasionar pérdidas de atención, con lo que el riesgo de accidentes se multiplica. Casi 400 muertes al año Los datos sobre la evolución de la accidentalidad in itinere refleja claramente este dramático goteo diario; los desplazamientos al trabajo producen anualmente en España casi 90.000 siniestros con baja laboral, de los que 379 son mortales. Los viajes cotidianos de casa al trabajo también agreden al medio ambiente. Una pescadilla que se muerde la cola porque muchos trabajadores de las grandes ciudades pasan entre una hora, y hora y media diaria en el interior de sus vehículos para desplazarse hasta el trabajo. Por un lado, la calidad del aire en el interior de los automóviles constituye una fuente enorme de preocupación, puesto que se ha demostrado que los niveles de contaminación que se generan cuando el trafico es lento son mayores en el interior del vehículo que en el exterior. Los trabajadores que permanecen horas y horas en los atascos de ida y vuelta al trabajo son las principales victimas de estas emisiones. Por otro lado, las emisiones del creciente trafico rodado afectan a la salud del 90% de la población asentada en las áreas urbanas, también de sus trabajadores, que están expuestos a niveles excesivos de contaminantes. Estos contaminantes puede afectar a las funciones respiratorias y provocar otro tipo de alteraciones como el cáncer y patologías cardiovasculares. Según los expertos, la contaminación atmosférica genera una mayor tasa de mortalidad que los accidentes de tráfico. Este modelo de movilidad al trabajo obliga, además, al sedentarismo. El uso del automóvil y de medios de transporte motorizados para ir a trabajar ha convertido a los ciudadanos en elementos continuamente transportados. La inactividad física se convierte en el segundo factor de riesgo para la salud de los trabajadores, que cada vez más desempeñan trabajos que no requieren esfuerzo físico. Estrés y cansancio No se pueden olvidar el estrés y el cansancio al que diariamente se ven sometidos los trabajadores, no sólo como consecuencia del ritmo y la actividad laboral, sino también como consecuencia de los viajes de ida y vuelta al trabajo. Sin olvidar que la conducción es una actividad cansada y estresante, especialmente cuando se circula por carreteras congestionadas y se efectúan desplazamientos prolongados. Estas condiciones hacen que el trabajador tenga mayores probabilidades de sufrir un accidente de trafico, rinda menos en las tareas asignadas a su actividad laboral o que se deba ausentar de su puesto de trabajo como consecuencia del estrés acumulado. Finalmente, la contaminación acústica provocada por el transporte y que padecemos en nuestra vida cotidiana es otro de los factores que deteriora la salud publica, y también la de los trabajadores. El ruido se ha identificado como un factor de riesgo que afecta al sistema nervioso, a la capacidad de concentración, provoca alteraciones del lenguaje y es una posible causa de posibles alteraciones cardiovasculares. Favorecer las condiciones necesarias para vivir y trabajar saludablemente debe ser un factor fundamental en la planificación de las los espacios productivos y de la accesibilidad al trabajo. P. V.
Este modelo territorial y de transporte al trabajo ocasiona problemas graves de salud a los trabajadores. Los trabajadores viajan diariamente por vías inseguras. El tráfico está compuesto por potentes camiones, numerosas furgonetas y turismos que circulan a grandes velocidades y con mucha prisa, lo que genera situaciones continuas de riesgo.