Cómo implantar un plan de movilidad en tu empresa

Movilidad.

Los trabajadores viven cada vez más alejados de sus centros de trabajo. El precio de la vivienda,que expulsa a muchos trabajadores a zonas periféricas, las nuevas necesidades de reorganización de algunas empresas y la plusvalía que éstas obtienen por la recalificación de terrenos son las principales causas. La implantación de planes de movilidad a las empresas puede ser una solución

Los trabajadores deben participar en la toma de decisiones respecto a la reubicación de una empresa, y se debe desembocar en la redacción de un plan de movilidad sostenible al centro de trabajo


Los traslados de centros de trabajo han sido frecuentes en la última década, una situación que hace necesaria la implantación de planes de movilidad. En este proceso es necesario que los trabajadores participen desde el principio en la toma de decisiones respecto a la reubicación de la empresa, una negociación que debe desembocar en la redacción de un plan de movilidad sostenible al centro de trabajo.

También procede plantear un plan de movilidad cuando se detecta que existen problemas de accesibilidad al centro de trabajo: carreteras del entorno saturadas, deficiente transporte público, falta de plazas de aparcamiento o, simplemente, cuando se necesite hacer un planteamiento de mejora de la movilidad.

El primer paso

Los planes de movilidad alternativa en las empresas pueden ser impulsados por la dirección de la empresa o por los propios trabajadores. En ambos casos los representantes de los trabajadores deben formar parte activa en todo el proceso del plan. El diagnóstico de la situación, la asignación de una partida presupuestaria para el desarrollo del mismo y la designación de un coordinador de transportes o gestor de movilidad son las primeras medidas.

Consenso

Para que el plan de movilidad sea un éxito debe contar con el respaldo de todos los agentes implicados. Los representantes de los trabajadores y la dirección de la empresa deben buscar un consenso en torno a los problemas existentes y a los objetivos a perseguir con el plan. Ambas partes deben participar desde el principio en la elaboración, desarrollo e implantación del mismo.

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En esta fase se asignarán las responsabilidades, se crearán algunos mecanismos organizativos que permitan impulsar el proceso con el suficiente nivel de rigor y conocimiento. Para ello, se pueden crear grupos de trabajo específicos: usuarios de la bicicleta, peatones, coche compartido, usuarios del transporte público, etc.

El gestor de la movilidad en la empresa

Es una figura imprescindible. Debe ser un profesional con conocimientos sobre gestión de la movilidad. Se le puede contratar ex profeso o elegirlo entre los empleados ya existentes. Entre sus tareas figuran: promover campañas de sensibilización, recoger sugerencias de los empleados, ayudar a elaborar las propuestas, gestionar su implantación y evaluar las medidas adoptadas.

Situación de partida

Se debe realizar un diagnostico de la situación de la movilidad de la empresa, diagnóstico que debe contener los siguientes parámetros: características de la empresa (número de empleados, ubicación, etc), destinatarios, accesibilidad, situación de los principales indicadores de la movilidad y las políticas de transporte que tenga implantada la empresa. Para la elaboración de este diagnóstico será imprescindible realizar consultas individuales a cada uno de los implicados (dirección de la empresa y trabajadores).

Diseño del plan de actuación

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En esta fase se especificarán las medidas concretas necesarias para la consecución de los objetivos y de los escenarios planteados en el futuro. Cada una de las actuaciones propuestas incluirá una descripción de la medida a adoptar, los agentes implicados en su puesta en marcha, los recursos necesarios para implantarla, los mecanismos de gestión y coordinación y el apoyo financiero.

El plan debe concretarse en actuaciones como el fomento del transporte público colectivo y del transporte colectivo de empresa (rutas), la mejora de las infraestructuras ciclistas y peatonales, el estímulo al uso de la bicicleta, la promoción del coche compartido, facilidades para el teletrabajo o la gestión del espacio destinado al aparcamiento.

Una vez elaborado el plan, deberá someterse a la opinión de los agentes implicados, así como darse a conocer entre el conjunto de los afectados, di- rección y trabajadores, para permitir su participación y la incorporación de mejoras o modificaciones.

Aplicación

Incorporados los cambios sugeridos por los agentes implicados en el proceso se procederá a la puesta en funcionamiento del plan. El éxito dependerá de un abanico de factores, entre los que tiene un peso especifico todos aquellos aspectos relacionados con las campañas informativas y con los procesos de participación. La idea de lograr el consenso en las decisiones es un criterio básico para poder avanzar en el plan e impedir fracasos inesperados.

Seguimiento y evaluación

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Para que se cumplan los objetivos y medidas recogidas en el plan de movilidad es necesario que éste tenga un carácter abierto y que contemple mecanismos de evaluación. El gestor de movilidad será quien se encargue de efectuar este seguimiento, que deberá incorporarse como un servicio más dentro de la empresa.

daphnia@ccoo.es

El traslado de Telefónica

El holding de Telefónica España en Madrid se muda. El proceso se inició en 2005 y está previsto que finalice dos años después, en 2007. Las once empresas que integran el grupo en Madrid y en las que trabajan 13.642 empleados se ubicarán en doce edificios situados en las afueras de la capital, en la confluencia de la M-40 con la N-I. Es una zona con un tráfico muy denso y donde los atascos kilométricos están a la orden del día en las horas punta. La situación se complica por la deficiente situación del transporte público para acceder a la zona que, previsiblemente, mejorará con nuevas estaciones de metro y trenes ligeros.

La dirección de la empresa y los trabajadores, a iniciativa del Departamento de Medio Ambiente de Comisiones Obreras de Madrid, acordaron una serie de medidas para favorecer el transporte de los trabajadores al centro de trabajo. Unas eran transitorias, hasta 2007, y otras se aplicarán a partir de esa fecha. La propuesta de Comisiones Obreras de Madrid incluía el fomento del transporte colectivo mediante lanzaderas (autobuses que conectan las líneas de metro o tren con la empresa) o la gestión de 4.500 plazas de aparcamiento subterráneas. Hasta el momento, se ha conseguido una nueva línea de la Empresa Municipal de Transportes (EMT) que funciona como lanzadera desde la estación de cercanías de RENFE al centro de empresas de Telefónica que ya utilizan diariamente cerca de 3.000 viajeros.

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