Jorge Riechmann. Los Libros de la Catarata, Madrid, 2006. El autor inicia su reflexión –que, como él mismo señala, se mueve a caballo entre las ciencias ambientales y la filosofía ecológica– recordando una sugerencia del filósofo donostiarra Javier Echevarría: los filósofos españoles deben abordar los temas de nuestro tiempo sin caer en las tentaciones del absentismo filosófico y la irresponsabilidad. Por ello, el autor de trilogía de la autocontención, que desde luego es un filósofo responsable, aborda con detalle y singularidad estos grandes temas que concreta en los tres siguientes: la crisis ecológica global, la planetaria desigualdad social creciente y los desafíos planteados por la tecnociencia que emergió a largo del siglo XX. Uno de los hilos conductores que guían la reflexión de Riechmann puede formularse así: en lo que respecta al desarrollo o al progreso opera una suerte de ley de rendimientos decrecientes; superados ciertos umbrales, seguir avanzando por caminos trillados se torna cada vez más contraproducente. Las “fórmulas antiproductivistas” no expresan ninguna tendencia romántica, trasnochada, mística, desinformada o antiilustrada. Todolo contrario: son muestras de una completa racionalidad no sesgada ni centrada sólo en aspectos parciales de un sistema necesariamente global. Estamos finalizando la era del derroche energético que, como Riechmann señala, no sólo representa una forma imposible de vivir sino que es, además, una forma moralmente injusta de estar en el mundo, una manera vital y estéticamente abyecta de transmitir nuestra herencia a las futuras generaciones. Riechmann sintetiza en cinco rasgos problemáticos los puntos nodales de la situación actual: Recomiendo vivamente las propuestas ecosocialistas que el autor desarrolla en los capítulos 12-14. La doble faceta de ensayista-filósofo y de poeta queda plasmada en el hermoso capítulo 15 que cierra el volumen: “Todo el sitio para la belleza”. Salvador López Arnal
Este documentado ensayo de Jorge Riechmann puede presentar una dificultad inicial: el desbordamiento. Es tal el conjunto de documentación, argumentación, reflexión, de nuevos senderos e ideas que se nos ofrecen, que no es fácil abarcar todo ello en una primera lectura. Quedan las relecturas. El magnífico prólogo que Francisco Fernández Buey ha escrito sobre “Filosofía de la sostenibilidad” añade un nuevo aliciente.ÁREAS TEMÁTICAS
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