La utilización de disolventes para la limpieza y desengrase de piezas plantea en numerosos sectores de la producción y servicios un extendido problema medioambiental y un serio riesgo para la salud de los trabajadores y trabajadoras expuestos a estas sustancias, tanto por las emisiones que se derivan de su uso como por los productos tóxicos que se generan tras su utilización. La solución más apropiada consiste en la sustitución de estos disolventes por otros agentes y/o por sistemas de limpieza menos o nada nocivos Los procesos de limpieza y desengrase se desarrollan en una amplia gama de sectores industriales, como en el tratamiento de superficies o en la electrónica, para eliminar suciedad o grasa. Actualmente, los procesos de limpieza de piezas metálicas consisten en la utilización de disolventes en frío o la aplicación de vapor. Algunos de los disolventes más empleados son el cloruro de metileno, 1, 1, 1-tricloroetano, tricloroetileno o el percloroetileno. Estos disolventes son muy dañinos tanto para la salud humanaCOMENTARIOS