En los últimos años se ha producido un importante incremento en el uso de los medios de transporte motorizados, crecimiento que no es compatible con la preservación del equilibrio ecológico. En la actualidad el sector del transporte supone el 37% del consumo final de energía, siendo el desplazamiento al lugar de trabajo uno de los principales colaboradores a este grave problema ambiental.

Existe unanimidad por parte de las instituciones y organismos científicos internacionales sobre las causas y las consecuencias del transporte en el entorno. Las actividades de transporte motorizado son responsables de gran parte de las emisiones de gases de efecto invernadero causantes del cambio climático y de emisiones responsables de la lluvia ácida. Igualmente tiene consecuencias sobre nuestro entorno más inmediato: ruido, contaminación atmosférica (óxidos de nitrógeno, ozono, plomo, partículas, etc.), ocupación de espacio, efecto barrera, siniestralidad, etc.

Los efectos directos e indirectos que estas consecuencias tienen sobre la salud también han sido demostrados. De hecho, algunos estudios epidemiológicos recientes concluyen que existe una clara asociación entre numerosas enfermedades (especialmente de origen respiratorio y cardiovascular), e incluso un aumento en la mortalidad, como consecuencia de la exposición a una contaminación atmosférica elevada.

BASES PARA UN PLAN DE RACIONALIZACION DEL TRANSPORTE

Los Planes de Racionalización del Transporte a los Centros de Trabajo son una forma de reducir y modelar el volumen total de transporte. Se trata de un compromiso mutuo entre empresarios y trabajadores/as para aplicar una serie de medidas dirigidas a reducir los efectos perniciosos de los desplazamientos motorizados y mejorar la calidad de vida de los ciudadanos y del medio ambiente en general.

Entre las acciones a realizar se encontrarían:

• Compartir el vehículo para realizar el desplazamiento al trabajo, lo que representa un importante ahorro económico individual, debido al reparto de gastos entre los diferentes ocupantes. Esta medida puede ser una buena opción para el desplazamiento de trabajadores y trabajadoras que no poseen automóvil en zonas con insuficiente servicio de transporte público.
• Flexibilización de los horarios laborales (escalonamiento de los horarios de entrada y salida, evitando las horas punta, concentración de la jornada). 
• Favorecer la proximidad del domicilio del trabajador al puesto de trabajo. 
• Realizar campañas divulgativas sobre la actual oferta de transporte público, y de las ventajas económicas y ambientales que su uso conlleva. 
• Solicitud de ayudas al transporte público, primándose a los trabajadores que no utilizan el vehículo privado. 
• Limitación del área de aparcamiento, siempre y cuando existan alternativas de transporte público. 
• Implantación de rutas o rutillas de empresa allí donde no existan, o reordenación de las mismas en aquellos casos que estén infrautilizadas.

La fórmula para conseguir aplicar este tipo de iniciativas en los centros de trabajo comienza con una primera fase de valoración de la situación del transporte en la zona y realización de una encuesta tanto a los trabajadores/ as como a la dirección de la empresa sobre las hábitos de desplazamiento al trabajo. A partir de este minucioso análisis se diseña una propuesta de actuación donde se señalan las diferentes medidas para su puesta en funcionamiento que permitan la mejora respecto a la situación actual.

Esta iniciativa puede ser aplicada en numerosas empresas, si crees que en tu centro de trabajo pueden mejorarse las condiciones de transporte debes ponerte en contacto con la responsable de este Proyecto.

Más información:

Pilar Vega
Coordinadora del Proyecto
Dpto. de Medio Ambiente de la C.S. de CC.OO.
FUNDACIÓN 1º MAYO
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