Los parques nacionales son un referente de conservación de la naturaleza. Reconocer este papel y analizar su futuro, después de las dos sentencias dictadas por el Tribunal Constitucional, en las que se otorga la gestión de los mismos a las comunidades autónomas, fueron algunos de los objetivos del curso “Parques Nacionales en la Encrucijada”, celebrado en El Escorial el pasado julio y que reunió a expertos de distintos ámbitos.
Enmarcado dentro de los Cursos de Verano de El Escorial, el curso pretendía abrir un debate constructivo en un momento en el que se están perfilando las nuevas competencias de las distintas administraciones en la gestión de los parques nacionales, tras las sentencias del Tribunal Constitucional sobre el particular.
Los parques nacionales han supuesto una aportación decisiva y un claro referente para la conservación en España. El periodo que se abre nace con incertidumbre, pero sin derrotismos, ya que se mantienen las obligaciones legales básicas, el compromiso institucional y la presión pública.
Los representantes de la Administración General del Estado coincidieron en que, después de las sentencias del Tribunal Constitucional, queda claro que los parques nacionales están engarzados y forman parte de una estrategia global de conservación de la naturaleza y, por tanto, también de la política de protección de las comunidades autónomas en las que estén situados.
Consejo de la Red
Recordaron que las distintas administraciones están obligadas a coordinarse y colaborar y anunciaron la creación del Consejo de la Red como órgano colegiado de carácter consultivo y del Plan Director de Parques Nacionales como plan con carácter básico.
Las comunidades autónomas, por su parte, manifestaron su compromiso firme con los parques nacionales, su disposición a la cooperación y su compromiso para proteger y/o ampliar los espacios colindantes y la Red de Parques.
Durante el curso, organizado por ISTAS en colaboración con la Fundación Biodiversidad y la Fundación General Universidad Complutense, pudimos comprobar el consenso existente entre la administración estatal y las administraciones autonómicas sobre el papel fundamental de los parques nacionales en la preservación de muchas especies protegidas y en peligro de extinción.
Se debatieron los conflictos que acompañan a la protección de espacios, principalmente los ligados al uso público o a ciertos usos tradicionales. Y también conocimos hasta qué punto los parques nacionales son generadores de un desarrollo económico mayor que el de otras zonas del entorno rural de características similares. Actúan como dinamizadores de sus entornos, en los que se registra incluso una tasa migratoria positiva, y crean empleo, tanto directo como indirecto.
Los colectivos implicados en la vigilancia de los espacios naturales protegidos que participaron en el curso expresaron su gran preocupación por la participación creciente del sector privado en la gestión de estas zonas de protección, que es una de las causas identificadas del incremento de la precariedad laboral de quienes trabajan en estos espacios. Es necesario homogeneizar la figura de estos colectivos y la identificación y reconocimiento social de estos profesionales.
Esperamos que la futura Ley del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad, que será el marco regulador tras las citadas sentencias, sepa recoger los retos del siglo XXI, un siglo en el que creemos que hay que llevar a cabo una protección integrada y coordinada de nuestros espacios naturales, de los que los parques nacionales son el paradigma de la conservación, seguir creando más puestos de empleo estable en estos espacios y mejorando los existentes, así como dar el justo reconocimiento a los y las profesionales que trabajan salvaguardando la naturaleza de todos y todas.
Por ello, y desde hacía meses, el programa del curso incluía, en su último día, un homenaje a la figura del Guarda. De la mano de la poesía de los escritores Antonio Colinas y Joaquín Araújo, recordamos con especial emoción a las personas que este verano fallecieron intentando salvar espacios naturales de la devastación de los incendios forestales.
Desde aquí, de nuevo, nuestro sencillo y sentido homenaje.
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Eva Hernández
ehernandez@istas.ccoo.es