Tras un proceso de reestructuración industrial que finalizó en1999 con la instalación de un horno precalcinador de dos cámaras decombustión, Cementos Alfa plantea, ante el importante gasto en energía que se ve obligado a soportar y que, según sus estimaciones, representa entre el 20y el 40% del precio final del producto, la sustitución de combustibles por otros procedentes de residuos industriales, fuel-blending y otros subproductos industriales.

Para justificar su iniciativa, la empresa argumenta que la coincineración es un paso imprescindible para la mejora energética de las instalaciones y presenta a la Consejería de Medio Ambiente del Gobierno de Cantabria el correspondiente proyecto acompañado del estudio de impacto ambiental y la solicitud de Autorización Ambiental Integrada.

Existen alternativas A la vista de ambos documentos, la Secretaría de Salud Laboral y Medio Ambiente de CCOO de Cantabria ha presentado las oportunas alegaciones. En ellas dejamos claro nuestra posición en contra del proyecto y planteamos alternativas basadas en la utilización de combustibles renovables, principalmente biodiesel y biogás procedente de la metanización de residuos ganaderos, agrícolas y forestales. Desde CCOO, entendemos que la puesta en marcha de estas alternativas son perfectamente posibles, ya que la generación de metano puede situarse en un rango del 40-70%, lo que supone entre 350 y 500 litros de gas metano por kg de residuo orgánico. Esta producción de gas se puede utilizar directamente como combustible en los quemadores del horno de cemento y se puede combinar perfectamente con la utilización de biodiesel. En conclusión, CCOO de Cantabria considera que el proyecto de Cementos Alfa no es aceptable por las inseguridades que plantea en dos aspectos fundamentales: los efectos nocivos sobre la salud humana y la contaminación ambiental difícilmente controlable que genera.

Desde la Secretaría de Salud Laboral y Medio Ambiente hemos preguntado reiteradamente a la empresa sobre el control de los productos de la combustión incompleta que se producen cuando sobreviene una avalancha de clinker desde las partes altas a las bajas del horno, y que provocan una nube de polvo de clinker que se libera al medio ambiente con toda la carga de contaminantes–plomo, cadmio mercurio, etc.–, así como sobre el control de las mediciones de la chimenea. Hasta ahora nunca nos han contestado debidamente a estas dos cuestiones.

Riesgo para la salud Por otro lado, consideramos que el proyecto supone un alto riesgo para la salud de los trabajadores y la población en general de la comarca por la falta de tratamientos eficientes de gases para la reducción de emisiones de metales y contaminantes orgánicos, además de provocar un efecto muy negativo en una economía local basada fundamentalmente en la ganadería extensiva de pasto, en el turismo y en los productos naturales de la zona.

Por último, el proyecto no supone la creación de nuevos puestos de trabajo y aumenta la peligrosidad de los ya existentes. Entendemos, asimismo, que el ahorro significativo de los costes de combustible que plantea tampoco va a repercutir ni en el precio ni en la calidad del cemento; antes al contrario, ya que la introducción de materiales heterogéneos o las dosificaciones inadecuadas pueden alterar significativamente el necesario equilibrio del horno.

Por todas estas razones, desde CCOO hemos pedido públicamente al Gobierno de Cantabria que no conceda la Autorización Ambiental Integrada para poner en marcha este proyecto.

Más información:

Jesús Puente
Responsable de Medio Ambiente de CCOO-Cantabria
mambiente-can@cantabria.ccoo.es