La estrategia comunitaria sobre residuos en la última década se ha basado en la minimización de su producción. La realidad, sin embargo, ha ido por otro camino. Las políticas nacionales (y la negligencia de Administración y empresarios, entre otros) han favorecido el crecimiento de los residuos, hasta llegar a una situación que demuestra la insostenibilidad del sistema.Atendiendo a los últimos datos publicados por el INE, en el año 2002 se produjeron en España 59 millones de toneladas de residuos.

Entre 1990 y 1995, la producción de residuos en el ámbito europeo de la OCDE aumentó un 10%. Si nos ceñimos a los residuos industriales, para el mismo periodo y espacio, el crecimiento fue de un 2,5% anual. Pero los datos sobre el crecimiento de los residuos industriales se basan en gran medida en estimaciones, tal y como denuncia el informe “El medio ambiente en Europa: segunda evaluación”, elaborado por la Agencia Europea del Medio Ambiente (AEMA).

El incremento de los residuos lo pone de manifiesto otro informe, “Señales medioambientales 2004”, también elaborado por la AEMA. Dicho estudio destaca que, del total de flujos que componen los datos de generación de residuos, son los de envases (una parte de los residuos urbanos) los mejor documentados. Y los datos son preocupantes. Los residuos de envases crecieron un 7% entre 1997 y 2001.

Si nos circunscribimos a España, la situación empeora. Los indicadores están por encima de la media comunitaria y de la OCDE. El Plan Nacional de Residuos Sólidos Urbanos establecía que, para el periodo 1996-2002, los residuos sólidos urbanos debían reducirse un 6%. Sin embargo, la realidad ha sido que se han incrementado en un 33%. Lejos también del aumento del 25% que estimaba la OCDE en el horizonte de 2010.

El índice de vertido (IV), porcentaje total de residuos que finalmente es vertido, independientemente de los tratamientos previos recibidos y el índice de desvío de vertedero (IDV), porcentaje de residuos que son aprovechados efectivamente, evitándose su vertido ponen de manifiesto la insostenibilidad del sistema. El 82,64% de los residuos generados termina en el vertedero y, en consecuencia, sólo el 17,36% se aprovecha efectivamente. Teniendo en cuenta que la jurisprudencia comunitaria equipara la incineración con el vertido (eliminación), si se resta al IDV el 6% que se incinera, nos encontramos con que el aprovechamiento efectivo de los residuos se reduce al 11,36% (ver tablas 2 y 3).

Producción y gestión de residuos industriales

Las distintas fuentes consultadas utilizan, en muchos casos, criterios distintos de clasificación de residuos. Además, el Instituto Nacional de Estadística (INE) ofrece información con una metodología distinta a la del Ministerio de Medio Ambiente (MMA), generando discordancias debidas fundamentalmente a una falta de coordinación entre ambas instituciones.

Por otra parte, los residuos declarados en España no son todos los que se generan. El propio MMA lo reconoce cuando afirma: “Estimándose que el número de declaraciones que habían de recibirse es significativamente mayor, se hace necesario un mayor empeño por las Administraciones Ambientales de las Comunidades Autónomas, en la exigencia del cumplimiento de esta obligación de las in dustrias productoras, en concreto a las que generan cantidades superiores a los 10.000 kg/año de residuos peligrosos” (Medio Ambiente en España. 2000, 165).

Atendiendo a los últimos datos publicados por el INE, en el año 2002 se produjeron en España 59 millones de toneladas de residuos. 24,7 millones de toneladas fueron generados en las industrias manufactureras y, de ellos, 1,58 millones han sido clasificados como peligrosos, lo que nos arroja un porcentaje de un 15 % más que en el 2001.

Y si bien para estos residuos los datos agregados parecen presentar un escenario de contención-crecimiento moderado (tabla 5), si revisamos los datos por corrientes de residuos y peligrosidad, encontramos que el crecimiento medio es del 17% frente al 34% de reducción media establecida como objetivo en el Plan Nacional de Residuos Peligrosos para el 2002.

Y aún aceptando la relatividad de la información, puesto que la que está disponible resulta lejana en el tiempo y presenta altas dificultades de comparación, podemos estimar que la media de crecimiento por flujos para los residuos industriales es del 20 % (tabla 5). Visto por sectores (tabla 4), y para el periodo 1999-2001, encontramos que el aumento medio es del 46 %.