El Foro Social Mundial se reunió por cuarta vez en Mumbai del 16 al 21 de Enero, la primera que se celebraba fuera de Porto Alegre. Esta cuarta convocatoria, marcada por la movilización contra la guerra de Irak, transcurrió entre el temor de que su poder se diluyera en una mera reunión anual, sin ofrecer alternativas concretas a un modelo de globalización que anda sobrado de estrategias.
Estas características específicas del Foro Social Mundial de Mumbai definieron sus contenidos. El hecho de integrar a los movimientos sociales asiáticos, introdujo de manera natural nuevos problemas en la agenda. La presencia masiva de dalits y adivasis, los excluidos del sistema de castas hindú, y de mujeres, las excluidas de todos los sistemas, transformaron el foro en el que sindicatos de todo el mundo se dieron cita para pedir la dignidad en el trabajo y organizaron la manifestación más numerosa de cuantas recorrieron diariamente el recinto del foro con más de 5.000 participantes.
¿Qué papel tuvieron las cuestiones medioambientales? La verdad es que pequeño. Es cierto que los acontecimientos bélicos y los agudos problemas sociales tiran de los sentires y de los pensares en otras direcciones, pero que tan sólo algo más de 40 de los casi 1200 seminarios organizados analizara problemas medioambientales como foco de debate principal puede parecer demasiado poco hasta en este contexto. Además, cuando se tratan problemáticas de gran contenido ambiental, como el agua o la energía, a menudo se suelen tratar sólo desde la perspectiva social, sin contemplar el componente ambiental que hay detrás de los problemas sociales y de sus soluciones.
Sin embargo, la Carta de Principios del Foro Social Mundial hace referencia directa al cambio que debe producirse en las relaciones entre humanidad y medioambiente y Greenpeace y Amigos de la Tierra se han incorporado a su Consejo Internacional. Pero, las demandas medioambientales parecen haber ido perdiendo presencia a lo largo de estos cuatro años. En los años 2001 y 2002 tuvieron un mayor protagonismo ya que en dos de los cuatro ejes que estructuraban las discusiones, la sosteniblidad medioambiental ocupaba un importante lugar. En 2003, a pesar de haberse celebrado recientemente la II Cumbre de la Tierra en Johannesburgo con una masiva presencia de la sociedad civil, la temática ambiental perdió peso en los grandes debates programados. El Foro Social de Mumbai parece confirmar esta tendencia. Como excepción, la tragedia de Bhopal de 1984 fue recordada en su vigésimo aniversario y puso de relieve los horrores medioambientales y sociales de la globalización.
Una de las novedades que se están barajando para el próximo foro es incentivar de manera directa la interactuación entre los diferentes movimientos a través de la priorización de aquellos actos que sean organizados conjuntamente por varios de ellos. A lo mejor esta puede ser una bonita oportunidad para que participantes del mundo medioambiental se reúnan con otros grupos y vuelvan a incorporar las demandas de la Tierra.
Laura Martín
Fundación Sustainlabour