Desde principios del año pasado, los consumidores domésticos podemos elegir la compañía suministradora de electricidad, por lo que las grandes eléctricas están intentando atraer hacia sus filas el mayor número de clientes, y por ello han sacado un nuevo producto que califican de «verde».
En España, el sistema de promoción de las energías renovables es el de primas, que ha demostrado ser eficaz. Estas primas las pagamos todos los consumidores en nuestros recibos eléctricos.
En WWF/Adena creemos que un buen sistema de etiquetado de electricidad verde podría servir para dar un mayor apoyo a las energías renovables, siempre que la decisión del consumidor y el sobreprecio que pague por ellas sirvan para incrementar adicionalmente la producción de éstas. Para ello, proponemos el etiquetado con criterios EUGENE (European Green Electricity Network), que asegura al consumidor que la electricidad que compra proviene de plantas de energías renovables que cumplen con unos criterios ecológicos estrictos y que el sobreprecio irá destinado a desarrollar más energías renovables.
Desgraciadamente, la oferta de energía verde que han sacado las dos principales empresas eléctricas españolas no parecen ir por esta línea. Sus productos provienen de grandes centrales hidráulicas y algunas mini-hidráulicas ya amortizadas hace años y, por lo tanto, hacer pagar más por esa electricidad no tiene sentido, puesto que su coste de generación es el más barato del mercado. Además no tienen compromiso de reinversión en nuevas renovables.
Por tanto, desde WWF/Adena pedimos a las empresas que:
Mar Asunción Higueras
Responsable del Área de Cambio Climático WWF/Adena