La Embajada Azul, que no debe el nombre a sus pretensiones principescas sino a la defensa de una Nueva Cultura del Agua, estuvo en Bruselas en noviembre y diciembre del año pasado.
Bajo el lema «Ni un euro para el Plan Hidrológico Nacional» y compuesta por diversas plataformas ciudadanas, organizaciones ecologistas, sindicatos y partidos políticos, los objetivos de la Embajada fueron informar y sensibilizar a los ciudadanos europeos del impacto social, ambiental y económico del Plan Hidrológico Nacional (PHN), demostrar las implicaciones que la construcción del PHN tendría para toda la Unión Europea en su política de agua, y solicitar a todos los ciudadanos, organizaciones, instituciones y gobiernos que se opongan a la financiación europea al Trasvase del Ebro.
La utilización de un autobús decorado «ad hoc», la realización de entrevistas, la difusión de noticias, la intervención en medios de comunicación y la organización de actividades informativas y reivindicativas fueron algunas de las actividades llevadas a cabo.