El escritor gallego Manuel Rivas leyó el Manifesto da Dignidade, a la conclusión de la multitudinaria manifestación de Madrid, en la que exigía responsabilidades al Gobierno central. El texto siguiente es un extracto del discurso de Rivas.
Reunidos en A Coruña representantes de la Confederación Europea de Sindicatos (CES), la Federación Europea del Transporte (ETF), la Confederación Francesa Democrática de Trabajadores (CFDT), la Confederación General de Trabajadores (CGT) y Fuerza Obrera (FO) de Francia, la Confederación General de Trabajadores de Portugal-Intersindical (CGTP-IN) y la Unión General de Trabajadores de Portugal (UGT-P) y Comisiones Obreras (CC.OO.) y la Unión General de Trabajadores (UGT) de España, para analizar las causas y consecuencias de la catástrofe provocada por el hundimiento del petrolero Prestige frente a las costas de Galicia y formular a las autoridades españolas y europeas las propuestas que consideran necesarias para reparar los daños económicos, ecológicos y sociales producidos, restituir la situación anterior y conseguir que no vuelva a repetirse un desastre de este tipo.
El combustible transportado por el Prestige es un producto muy viscoso, casi insoluble en agua, con un olor muy típico de petroleo. Los residuos que llegan a las costas gallegas tienen cantidades variables de estos compuestos y su composición relativa cambia hasta llegar a la costa. La similitud de este fuel con el vertido por el Erika en 1999, hace que los efectos sobre las salud puedan preverse.
El pasado 7 de febrero se publicaba en el BOE, con más de 2 años de retraso, la transposición de la Directiva 1999/13/CE para el control de las emisiones de compuestos orgánicos volátiles (COV’s) derivadas del uso de disolventes mediante el Real Decreto 117/2003. Instrumento normativo reclamado desde diversos ámbitos sociales por cuanto se considera una herramienta bastante efectiva para la erradicación del uso de disolventes en las actividades productivas.
Ante la reforma de la Política Agraria Común (PAC), organizaciones de la sociedad civil española hacen público en diciembre de 2002 el siguiente manifiesto:
A los sindicatos y a otras organizaciones sociales no nos resulta indiferente el posible desarrollo de la biomasa. Por eso se han desarrollado dos iniciativas para impulsar este tipo de energía. Las iniciativas han sido la celebración de unas JORNADAS SOBRE APORTACION DE LA BIOMASA AL DESARROLLO DE LAS ENERGIAS RENOVABLES, organizadas conjuntamente con el IDAE, y la elaboración y difusión, junto con la asociación de empresas productoras de energías renovables (APPA) y con Ecologistas en Acción y Greenpeace, de un acuerdo sobre criterios ambientales para la utilización de biomasa en la producción de energía.
La acidificación de las aguas dulces superficiales del norte de Europa y Canadá en la segunda mitad del siglo pasado, con consecuencias muy graves como la muerte de organismos acuáticos, dio lugar a una movilización internacional para identificar las causas y posibles remedios. Se firmó un Convenio y se ha elaborado un Protocolo que España continua incumpliendo.
Durante el Foro Social Mundial (FSM) 2003 de Porto Alegre, se celebró el seminario “Trabajadores y Desarrollo Sostenible”, organizado por la CUT (Brasil) COSATU (Sudáfrica), CCOO y la Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres (CIOSL), con la idea de trasladar a las discusiones del Foro el papel de los trabajadores en el desarrollo sostenible y hacer balance y propuestas de acción para y con la sociedad civil.