Incorporar la acción medioambiental a la estrategia sindical, es asumir un espacio económico y social más en nuestra propuesta sindical. Ello comporta la articulación de los mecanismos necesarios para su buen desarrollo, igual que si se tratara de un expediente de regulación de empleo, un convenio, un tema de la organización del trabajo o la promoción económica de un territorio. Eso sí, teniendo en cuenta que lo ecológico transversaliza todos los sectores de la economía y por ello debemos contemplarlo desde su universalidad a lo muy concreto en lo económico, social y laboral.
CC.OO. somos una inmejorable atalaya de observación de cómo se genera el “problema” medioambiental desde su origen, de lo que producimos, cómo lo producimos y con qué materia y medios lo producimos. Nuestra organización nos permite tener presencia organizada en lo más granado (empresas, sector y territorio) del origen del problema. Pasar de la observación al análisis, la propuesta propia, su negociación y movilización, requiere ampliar nuestro espacio cultural, informativo, formativo y de asesoramiento, preparar a nuestras estructuras organizadas y delegados y delegadas para que lo asuman y buscar espacios coincidentes con los movimientos ecologistas y otros movimientos sociales y políticos, que nos permitan avanzar hacia una economía más ecológica y humana y mejorar las condiciones de vida y laborales de todas las personas relacionadas con el mundo del trabajo.
Mariano Aragón Pascual
Secretario de Política Sectorial y Medio Ambiente de la CONC