Es frecuente la utilización de residuos peligrosos, particularmente aceites usados, como combustibles en los hornos de cementeras, en lugar de combustibles “limpios”. Estas mezclas suelen tener concentraciones elevadas de sólidos junto con otras sustancias de carácter tóxico, como son metales pesados, contenidos en los aditivos, o compuestos halogenados.
A finales de febrero del presente año la Secretaría de Estado del Ministerio de Industria y la Agrupación de Fabricantes de Cemento de España (OFICEMEN) firmaban un Acuerdo de Colaboración para la elaboración y ejecución del Plan Industrial Ambiental para la industria española de cemento.
El sector de los curtidos cuenta en España con más de 300 empresas que emplean a más de 12.500 trabajadores, de las cuales 285 están asociadas al Consejo Español de Curtidores y emplean a 10.200 personas. Se caracterizan por su fuerte concentración geográfica en algunas regiones. El 60% de las tenerías, aproximadamente, está en Cataluña, el 35% está entre Valencia, Murcia y Madrid. Sólo una quinta parte de la materia prima (piel bruta) se transforma en cuero terminado, el resto son subproductos y residuos que pueden ser revalorizados de alguna forma y que, en último término, hay que eliminarlos. Aproximadamente el 70% de piel vacuno y el 40% de ovino se importa, aunque también se exporta piel curtida a diferentes países.
La Bolsa de Subproductos fue un proyecto contemplado en el Plan Cameral de Medio Ambiente, redactado por el Consejo Superior de Cámaras y asumido por las Cámaras españolas. El proyecto se ha desarrollado en el seno de la Comisión de Medio Ambiente del Consejo, donde se coordinan las actividades de todas las Cámaras de Comercio Españolas.