Apoyar las renovables
Comisiones Obreras lleva muchos años apostando por el desarrollo de las fuentes de energía renovables. Hemos procurado realizar múltiples iniciativas y campañas de difusión y de apoyo, fundamentalmente de la eólica, de la solar y, más recientemente, de la biomasa. En algunas ocasiones en solitario, pero la mayoría de las veces buscando apoyos y colaboraciones de organizaciones ecologistas y sindicales, de las empresas del sector y de los organismos públicos dedicados al fomento de estas energías. Nos mueve a ello tanto un interés ambiental como el convencimiento de que son generadoras de empleo y de tejido industrial.
Las consecuencias ecológicas del modelo energético actual no son como para tomarse a broma. La disminución de la calidad del aire, las mareas negras, la contaminación y el riesgo nuclear hacen que el interés ambiental de las renovables sea muy superior al de las convencionales. Sabemos que no están exentas de impactos (paisajísticos, sobre el territorio o sobre la fauna), pero estos son asumibles si se planifican adecuadamente sus instalaciones y se desechan los emplazamientos más inadecuados.
Las energías renovables, además de estar basadas en recursos autóctonos y, por tanto, de garantizar mejor la seguridad del suministro energético nacional, son generadoras de abundante empleo. Un empleo basado en las pequeñas y medianas empresas (normalmente más dispersas territorialmente, ya que las instalaciones —minihidráulicas, solares, eólicas— se sitúan en muchos puntos de la geografía española) y de marcado carácter rural, especialmente en el caso de la biomasa, que necesita mucha mano de obra para la recogida y transporte de los residuos forestales o agrícolas o para lo que se denominan «cultivos energéticos».
Pero el empleo en renovables tiene también un carácter industrial, ya que es preciso la fabricación de aerogeneradores, placas solares o bienes de equipo diversos. Se trata de un sector en continuo desarrollo que abarca ya a unas 500 empresas, que superan en conjunto un volumen de negocio de 100.000 millones anuales. Desde luego que ha dejado ya de ser un sector económico anecdótico, como era tan solo hace 6 años. El IDAE ha elaborado un Plan de Fomento de las Energías Renovables para el período 2000-2010 que apoyaremos con fuerza, pero tenemos que ser más ambiciosos y lograr un apoyo social e institucional mayor para este tipo de energías.