La definición de producto químico peligroso para el medio ambiente según la legislación (ver Cuadro 1) es muy restrictiva, por lo que resulta interesante adoptar un concepto que englobe los riesgos químicos desde una perspectiva global e integradora de todas las relaciones existentes en el conjunto de los ecosistemas, como puede ser el de ecotoxicidad.Actuar en la empresa identificando los peligros y proponiendo una línea de actuación tendente a la sustitución, reducción y protección frente al riesgo. Un ecotóxico es un producto químico peligroso con capacidad para ser absorbido por cualquiera de los elementos de un ecosistema y para, por pequeña que sea la cantidad presente, alterar los equilibrios biológicos del mismo. Muchos de ellos tienden a persistir en el ambiente. El ser humano es un elemento más de los ecosistemas. Con el fin de poder actuar eficazmente sobre los problemas de ecotoxicidad, resulta muy importante establecer la relación existente entre los productos y la contaminación ambiental. Se dice que un ambiente está contaminado cuando en él aparecen sustancias o productos que no debieran estar, o cuando su concentración es distinta a la que debería haber de forma natural. En ambos casos los ciclos naturales no pueden desarrollarse adecuadamente y se rompen los equilibrios naturales (agua, carbono, azufre o nitrógeno). Podemos afirmar, por tanto, que todos los tóxicos son contaminantes, pero no todos los contaminantes son tóxicos. Por ejemplo, el CO2 es un compuesto natural presente en el aire que en las concentraciones en que aparece en la naturaleza resulta inocuo para los animales, plantas y personas, sin embargo, el aumento de su concentración en la atmósfera como consecuencia de la combustión de combustibles fósiles es una de las causas fundamentales del cambio climático. Independientemente de su forma física (gases, disoluciones, partículas, aerosoles o residuos sólidos) y de los focos de emisión, hay dos tipos básicos de contaminantes: primarios, que se vierten como tales desde los focos de emisión al ambiente y secundarios, que se forman en el ambiente por las distintas reacciones químicas en que participan los anteriores (oxidación, síntesis, hidrólisis o fotólisis). CÓMO ACTÚAN LOS TÓXICOS EN EL MEDIO AMBIENTE La acción de un tóxico en un ecosistema se divide en dos etapas, la primera denominada toxicocinética en la que el tóxico entra en el ecosistema, se acumula y se transforma, y la segunda etapa, o toxicodinámica, que integra la acción del tóxico y la respuesta del ecosistema: 1. PRIMERA ETAPA: El compuesto entra por el aire en forma de vapor o de gas, arrastrado o diluido por el agua de lluvia, de riego, etc.. o, a veces, difundiéndose por materiales permeables. Incluye tres fases: 2. SEGUNDA ETAPA: La acción del tóxico desencadena efectos en el medio, la respuesta de los elementos y comunidades vivas y la reacción global del ecosistema. Las acciones tóxicas, al igual que ocurre en relación a la salud laboral, pueden ser de carácter agudo o crónico, sin embargo, hay una gran diferencia pues la ecotoxicología no considera las acciones sobre individuos aislados sino sobre las poblaciones y sobre el equilibrio del sistema. Es importante establecer esta diferencia porque los efectos producidos y los indicadores que informan de los mismos son distintos, tal y como muestra el Cuadro 4. Para medir la acción ecotóxica se utilizan los siguientes conceptos: En función de estos conceptos se establece la clasificación general de productos ecotóxicos. Además, los efectos que produce una acción tóxica pueden ser directos o indirectos y reversibles o irreversibles. Los efectos directos son consecuencia de la acción del compuesto sobre las poblaciones de las distintas especies presentes. Los efectos indirectos aparecen como consecuencia de las modificaciones que se producen en las condiciones ambientales (temperatura, humedad, lluvias ácidas, incremento de CO2,..). Habitualmente, a un ecosistema pueden llegar numerosos contaminantes, unos persistirán un largo tiempo, otros serán transformados o destruidos por el medio; también varía el tiempo que permanecen en los organismos vivos. Como consecuencia se produce una interacción de los distintos tóxicos que se conoce con el nombre de toxicidad múltiple. La gran diversidad de sustancias que se liberan al medio ambiente con las múltiples reacciones posibles que pueden tener lugar entre ellas, hace que resulte muy complejo determinar con rigurosidad los efectos que resultan de la toxicidad múltiple. Sin embargo, a modo de ejemplo, describimos un fenómeno que sí es conocido, como es el caso de la “potenciación gas-polvo”, en que las partículas, por simple adsorción potencian la concentración de gases y vapores facilitando el transporte y la incidencia del tóxico en el órgano humano u organismos expuestos. Así, en los seres humanos, para reducir a la mitad la capacidad respiratoria se precisan 60 ppm de SO2, pero si se añaden 4 mg/m3 de partículas de cloruro sódico éste efecto se consigue con sólo 18 ppm de SO2 y, si incorporamos 10 mg/m3 de partículas de cloruro sódico la respuesta se multiplica 15 veces, pues la concentración de SO2 precisa se reduce a 4 ppm. EL PAPEL DE LOS SINDICATOS Evidentemente la función de un sindicato no es la investigación sobre los efectos de los productos ecotóxicos, ni el establecimiento de modelos experimentales,... Nuestra responsabilidad pasa fundamentalmente por: CUADRO 1: Algunos conceptos
(ver Cuadro 2).
1 Transposición de la Directiva Directiva 67/548/CEE relativa a la aproximación de las disposiciones legales, reglamentarias y administrativas en materia de clasificación, embalaje y etiquetado de las sustancias peligrosas y sus sucesivas modificaciones Nocivo, tóxico o muy tóxico para los organismos acuáticos, efectos negativos a largo plazo en el medio medio ambiente, tóxico para la flora, fauna, organismos del suelo y abejas, peligroso para la capa de ozono (R50-R59).
2 Los productos radiactivos tienen una legislación propia.
3 Según la normativa actual, la peligrosidad de un producto químico para el medio ambiente depende de su toxicidad para los organismos vivos y de su biodegradabilidad. En el anexo 5 del R.D. 363/1995 se describen los métodos normalizados para comprobar la ecotoxicidad y, en el anexo 6 se establecen los criterios para decidir si un producto es peligroso para el medio ambiente. El problema principal radica en que se aplican a productos puros antes de su comercialización y, dependiendo de la cantidad de producción anual se exige un mayor o menor rigor y, por ello es imposible determinar el riesgo real que suponen al utilizarse en condiciones reales y en combinación con otros compuestos en un centro de trabajo concreto.