En el País Valenciano, el objetivo de fundir las problemáticas referidas a la salud de los trabajadores y las trabajadoras en las empresas y al medio ambiente ha sido el elemento vertebrador de la acción conjunta en los dos campos.
Para nosotros es claro que los impactos externos sobre los ecosistemas (agua, aire, tierra) y sobre la salud de la población, son la prolongación de las agresiones internas, en los diferentes sectores industriales y procesos de producción sobre la salud de las personas que trabajan. Esta práctica nos ha proporcionado algunas experiencias interesantes. Así, nos hemos visto saliendo al paso de conflictos generados por sectores industriales que pretendían la obtención de grandes beneficios con un inaceptable coste ambiental y en salud, al tiempo que un negativo efecto en la creación de puestos de trabajo (conflictos en incineración y cementeras). También participando con propuestas en las diferentes mesas de la administración ambiental autonómica.
En estos casos (sin renunciar a la confrontación pura y dura cuando no nos han dejado otra vía) hemos optado siempre por llevar a cabo una oposición razonada y constructiva y en todos ellos hemos aportado contrapropuestas demostradamente viables y generadoras de empleo. En todo caso siempre hemos explorado inicialmente la vía de la persuasión y la contraposición de modelos, abriendo cauces para mejorar la situación de partida, con el objetivo de introducir elementos de prevención en la acción medioambiental en las empresas. Todo ello con la plena conciencia de que las nuestras son propuestas directamente relacionadas con el futuro.
Este es un camino huérfano de recetas, que apenas hemos comenzado a recorrer, en el que hemos logrado algunos avances y en el que no cabe la paralizante autosatisfacción. Para recorrerlo no tenemos todo el tiempo del mundo. Convencer a nuestros miles de afiliados y al resto de trabajadoras y trabajadores de la urgente necesidad, en beneficio de todos, de impulsar la prevención y el cambio de procesos de producción tóxicos y dañinos por otros inocuos y generadores de empleo es un tarea urgente e inaplazable, para poder forzar el necesario cambio de mentalidad empresarial.
Se impone un cambio de cultura que hemos de hacer juntos y entre todos. Por nuestra parte, como primer y prioritario paso hemos planteado la necesidad de que las federaciones y los territorios (comarcas) se impliquen profundamente en este objetivo. Probablemente esta participación será la mejor garantía del éxito. En ello estamos.
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Toni Montesinos
Responsable de Medio Ambiente C.S. de CC.OO. País Valencià