La constitución de Ecologistas en Acción supone la culminación de más de dos años de debate en un amplio sector del movimiento ecologista. Más de 200 grupos, con presencia en todas las comunidades autónomas, decidieron el pasado diciembre formar una Confederación y aprobaron sus principios ideológicos, el programa ambiental y su forma de organización. Entre las organizaciones que han formado Ecologistas en Acción se encuentran la CODA, AEDENAT, la CEPA de Andalucía, EKI de Euskadi o ANAT-LANE de Navarra. Se trata de un importante avance para un sector muy significativa del ecologismo en el Estado español, caracterizado por su extensión geográfica y su amplia diversidad ideológica, que tiene tras de sí una larga historia de encuentros y desencuentros.
A lo largo de los debates previos a la unificación se pudo constatar en la práctica la convergencia entre el conservacionismo y el sector más radical del movimiento. Convergencia que fue definiendo lo que se ha dado en llamar ecologismo social; cuya seña de identidad es la convicción de que la defensa del medio ambiente hace imprescindible un cambio en el modelo de sociedad y, a la vez, que cualquier transformación social anticapitalista está obligada a hacer de la defensa radical del medio ambiente un eje central de su definición.
Ese ecologismo social está hoy al inicio de un largo camino para consolidarse como una referencia de transformación de la sociedad, ampliando su capacidad de movilización y la difusión de sus ideas. Para ello un paso previo es no considerarlo un camino cerrado, buscando activamente la incorporación de otros grupos ecologistas a los que nos une lo fundamental y manteniendo la colaboración con otros (Greenpeace, WWF-Adena, Seo-Birdlife,…) que tienen otra forma de abordar las tareas del ecologismo. A su vez, como movimiento social independiente del Estado y de los partidos políticos, necesita ampliar la unidad de acción y el debate con las organizaciones sindicales, sociales y políticas con las que compartimos el objetivo de construir una sociedad justa, solidaria y ecológicamente compatible.
Al final de ese largo camino hay una sociedad capaz de cubrir las necesidades y garantizar los derechos de todos los seres humanos. Avanzar hoy en esa dirección pasa por oponerse al modelo de “globalización” económica impuesta por el capitalismo, cambiando profundamente las formas de trabajar, de producir y de consumir.
Chato Galante
Ecologistas en Acción