El incidente radiactivo producido el 30 de Mayo del presente año en la planta de la empresa ACERINOX en el Campo de Gibraltar se produjo por la fusión accidental de una cápsula metálica en cuyo interior había una fuente radiactiva de Cesio- 137, dicha cápsula estaba entre la chatarra de acero inoxidable importada procedente de un barco cargado en Estados Unidos y que fue descargado en el puerto de Acerinox unos días antes. El blindaje de la fuente radiactiva impidió descubrir su presencia con los detectores manuales utilizados según normas internas de la empresa, ya que no existe normativa nacional ni internacional en esta materia.
El día 2 de Junio, un camión de alto vacío que había intervenido en la limpieza del sistema de depuración y filtrado del Horno Eléctrico nº 1, al entrar en la empresa y pasar por el pórtico detector de radiactividad situado en la entrada principal, hizo saltar las alarmas del mismo.
Iniciadas las investigaciones de las posibles causas, la empresa no determina que la contaminación radiactiva era producida por el isótopo Cesio-137 hasta el día 9 de Junio, fecha en la que notifica al Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) sobre dicha contaminación radiactiva detectada en el sistema de filtración de humos del horno 1 de su planta en Algeciras.
El Cesio, al no mezclarse con el producto final en el proceso de fabricación fue eliminado en el polvo producido en las chimeneas, quedando en una zona concreta de la factoría.
A partir de esta fecha el problema se hace público, coincidiendo además con la detección, unos días antes en Francia, Suiza y norte de Italia, de una nube radiactiva y que varios portavoces de estos países empiezan a relacionar con el incidente de Algeciras, pero con el agravante de que la red de alerta a la radiactividad en España constituido por un alto número de sensores distribuidos por todo el país que envían información a varios centros regionales, a Defensa y al Consejo de Seguridad Nuclear no detecta el escape de la planta de Acerinox, al tiempo que se desata la polémica del por qué la empresa ha tardado tantos días en comunicar el incidente al CSN.
Con la intervención de dicho organismo, el horno nº 1 paralizado para su descontaminación y el examen médico efectuado por técnicos e inspectores del CSN a los trabajadores con mayor probabilidad de haber estado expuestos al Cesio-137 y otros que se ofrecieron a pasarlo (sólo seis presentaban trazas de radiación y su salud no se verá afectada) no acaba el problema.
Sobre el día 15 de Junio dos empresas que trataban habitualmente residuos de polvo de acero procedente de Acerinox, en concreto la Planta de Inertización de Palos de la Frontera, en Huelva y la empresa Prerreducidos del Suroeste (Presur) en Fregenal de la Sierra, en Badajoz, tienen que paralizar su actividad para su limpieza y descontaminación y sus trabajadores someterse igualmente a reconocimiento médico.
Concluyendo, además de todo lo expuesto, la exposición a riesgo radiactivo por parte de los trabajadores y los problemas ambientales que se han derivado, el horno nº 1 estuvo parado durante dos meses y los trabajos totales de descontaminación, tanto del horno eléctrico, como de conductos, enfriadores, depuradores y silos, han durado cuatro meses. Los residuos clasificados como radiactivos se están depositando en le Centro de Almacenamiento de Residuos Radiactivos de Baja y Media Actividad de “El Cabril” en Córdoba.
LA INTERVENCIÓN DE CC.OO, ANTES DEL INCIDENTE DE ACERINOX
La Federación Minerometalúrgica de CC.OO., en octubre de 1994, hizo pública su preocupación por los elementos radiactivos que pudieran contener la chatarra de importación de los países de Europa Central y Oriental (PECOS), alertados por otros sindicatos de la Comunidad Europea que habían detectado ya este problema, poniéndolo en conocimiento del Consejo de Seguridad Nuclear y del propio Ministerio de Industria.
Durante este período de tiempo, los empresarios de las compañías siderúrgicas, tras estudiar y reconocer las consecuencias que tendría la entrada de chatarra radiactiva en los centros de trabajo, aún siguen teniendo dudas sobre la instalación de sistemas de control eficaces para su detección en la entrada de sus empresas, argumentando que quién se haría cargo de la chatarra radiactiva, si así se detectase, y por supuesto quién asumiría los costes.
Durante 1997, esta Federación Minerometalúrgica de CC.OO. se reunió y requirió por escrito al Consejo de Seguridad Nuclear, con el fin de que se exigiese a quién correspondiese la instalación de sistemas de control de elementos radiactivos en la chatarra a la entrada de todos los centros consumidores de esta materia prima.
Esta preocupación fue trasladada en agosto del pasado año al director general de Industria, que traspasó el asunto a la Dirección General de Energía. Mientras tanto, el CSN manifiesta que sigue estudiando las formas de control, sin saber esta Federación cuánto tiempo le será necesaria para que los organismos correspondientes adopten las medidas necesarias, encaminadas a controlar las vías de entrada, puertos marítimos y fronteras terrestres, así como los requerimientos de arcos detectores de radiaciones en los almacenes de chatarra.
De esta manera, CC.OO. se pregunta cuántos accidentes medioambientales similares al de Acerinox deben ocurrir en este país, para que los organismos gubernamentales correspondientes elaboren la reglamentación necesaria que posibilite el control exhaustivo de la chatarra que llega a las acerías españolas, ya sean de acero común o aceros especiales importados o procedentes de nuestro país.
NUEVOS INCIDENTES RADIACTIVOS
El día 3 de Julio en la misma planta de Acerinox, el detector de radiactividad en la entrada de la factoría se dispara al paso de un camión cargado de chatarra procedente de Colombia. Entre la misma se encontraban tres piezas cilíndricas metálicas, con un peso total de unos 2 kilos, la cuales estaban contaminadas de Cesio-137 y Cobalto-60.
Planta de otra empresa –SIDENOR en Euskadi- se detecta radioactividad en un camión de chatarra proveniente de Francia, comunicado a OSALAN, organismo vasco de medio ambiente y salud laboral, lo traslada de nuevo a Francia escoltado por la policía.
Más información:
Gregorio Huertas
Responsable de Medio Ambiente y Salud Laboral
Federación Minerometalúrgica
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