Todos los días los medios de comunicación nos muestran grandes desastres medioambientales originados por el ser humano. Los incendios en el Amazonas, Australia o Indonesia, el cambio climático a escala planetaria, o la cada vez más insostenible contaminación de los acuíferos, ríos, mares y océanos .. cuyos efectos ambientales y sociales empezamos a padecer nos lleva a pensar que “ hay que hacer algo” , que “no se puede seguir así”.
En gran medida, los fenómenos con consecuencias más graves se gestan durante largos periodos de tiempo en los que por desconocimiento, por la escasa evidencia inmediata de sus perjudiciales secuelas a largo plazo, o por la poca importancia que les damos en relación con otros bienes, mantenemos prácticas y hábitos que muestran su tremenda nocividad cuando, al pasar el tiempo, descubrimos con asombro, la irreversibilidad del deterioro de nuestra salud o del ambiente en que vivimos. De aquí la importancia de actuar modificando nuestras conductas cotidianas conscientemente, como herramienta insustituible para proteger nuestro futuro y el de nuestro medio ambiente. Es así como cobra toda su importancia la máxima de “pensar globalmente, actuar localmente”.
A pesar de los indudables avances y del cada vez mayor compromiso de la sociedad en la preservación del medio natural, los resultados son aún insuficientes. Es como una carrera en la que, a pesar de nuestro esfuerzo, corre más la degradación ambiental que las soluciones aportadas para su recuperación. Es preciso pues, buscar nuevos caminos, crear, innovar en la búsqueda de enfoques y prácticas más eficaces.
Y, sobre todo difundir y generalizar las mismas para que puedan ser rápidamente explotadas por cuantos vivan situaciones análogas. Esta es la filosofía que anima al proyecto SAT: “Salud, Ambiente y Trabajo”.
Con él se pretende trasladar la metodología de identificación y evaluación de riesgos para la salud en el puesto de trabajo, bien conocida y con demostrada eficacia para la prevención de accidentes y enfermedades, a la evaluación de riesgos para el medio ambiente cambiando, simplemente, la definición de “factor de riesgo”. Al mismo tiempo y para desarrollar con rigor este concepto, SAT incorpora las experiencias más avanzadas en la actualidad en el ámbito de la Unión Europea sobre dos sustancias problemáticas: los pesticidas y los disolventes orgánicos. Por ello, SAT es el fruto de la colaboración de tres sindicatos, CC.OO en el Estado Español, LO en Suecia y TGWU en el Reino Unido, de la Fundación Universidad- Empresa de la Universidad Politécnica de Madrid y de la Fundación de Estudios e Iniciativas Sindicales del Pais Valenciá. Cuenta además con la participación de distintas entidades en los aspectos técnicos del proyecto , en particular de la Fundación 1º de Mayo para el desarrollo de materiales y el tratamiento de datos, y de la consultora medioambiental HAIZEA.
La Dirección General XIII de la Comisión Europea, sin la cual no sería realidad este proyecto, aporta el 50% de la financiación del mismo dentro de su Programa Específico para la Comunicación y Optimización de Resultados.
Y, sobre todo tratándose de una práctica de participación social, SAT es posible por la aportación y el compromiso de un sinfin de personas: de sindicalistas de distintas organizaciones sindicales que colaboran en la evaluación de los riesgos desde su propia experiencia laboral; de los empresarios y técnicos de las empresas donde se va a llevar a cabo; de los concejales de los Ayuntamientos y de los profesores de institutos de las comarcas involucradas; del mundo de la investigación y de la universidad, que aportan sus conocimientos a la transformación de las rutinas diarias,... DAPHNIA se suma al proyecto con este número extra, de formato distinto, con la voluntad de ser una herramienta informativa básica para permitir la sensibilización y la concienciación en los centros de trabajo y localidades donde se va a llevar a cabo la aplicación del SAT, y traducido al idioma inglés se convierte además en un instrumento de difusión y fácil reproducción para otras gentes y organizaciones que deseen iniciar actuaciones en estos campos tanto en el seno de la Unión Europea como en otros países extracomunitarios.
Joaquín Nieto Sainz
Coordinador del Programa SAT Secretario Confederal de Medio Ambiente y Salud Laboral de CC.OO