El acceso a la información, el asesoramiento sobre nuestros derechos y obligaciones como trabajadores son herramientas fundamentales para conocer la realidad que nos rodea.
Normalmente el hábito a una metodología, a un entorno concreto, a hacer las cosas de una determinada manera, aunque no sea lo adecuado y lo correcto nos obstaculiza para ver un poco más allá, incluso para solicitar y reivindicar que se mejoren nuestras “condiciones de trabajo”.
La expresión “Toda la vida he trabajado igual y nunca ha pasado nada” es fruto de esta realidad que hemos de cambiar; hemos de romper con la ignorancia y pasividad de los trabajadores, y con el incumplimiento de las normativas existentes en la materia, también en ocasiones por su propia ignorancia de los temas y por otros motivos que han caracterizado a la clase empresarial de este país.
La herramienta para cambiar es la utilización de los medios a nuestro alcance, teniendo como base la información adecuada para cada caso, hemos de trabajar en formar, informar y concienciar a los trabajadores de su propia realidad. Por suerte, hoy día la situación tiene tendencias de mejora, pero aún estamos lejos de lograr unos niveles de concienciación y responsabilidad por parte de los actores implicados para decir que algo está cambiando.
Desde el sindicato hemos hecho avances, diferentes actuaciones en empresas en las que a raíz de esta intervención la situación de las “condiciones de trabajo” y las de los trabajadores/ as han mejorado sustancialmente. Lo que no podemos afirmar es que no hemos llegado tarde, lo que sí es cierto es que a partir de ahora hemos de ser puntuales.
Hemos tenido varias actuaciones en empresas en las que en su proceso industrial se utilizaban disolventes halogenados, tricloroetileno, percloroetileno, su utilización se daba sin tener en cuenta ninguna medida de protección personal, los trabajadores no tenían ninguna información sobre los riesgos y consecuencias de la exposición continuada de estos productos. Ciertos colectivos de trabajadores, principalmente mujeres, sufrían trastornos varios, dolores de cabeza, fatiga, vómitos, etc... que normalmente eran asociados a otros problemas ajenos a las“condiciones de trabajo”.
Si bien por parte de los representantes de los trabajadores se había solicitado información sobre los productos utilizados, la respuesta de la empresa era que no sabía a qué información se referían. Tras la intervención del sindicato en una reunión con los responsables de la empresa sobre el tema en cuestión, hoy tenemos acceso a las Fichas de Seguridad de todos los productos químicos que se utilizan en la empresa, se han introducido mejoras en la utilización de los productos referidos anteriormente y en caso de necesidad las medidas de protección personal están a disposición. Aún queda un trabajo importante que hacer, pero seguimos trabajando en ello.
Este sólo es un ejemplo de lo que al principio exponíamos, una falta de información sobre con qué trabajamos y la empresa que no sabe qué tiene que hacer o dice no saber. Simplemente por haber ejercido nuestros derechos de información reconocidos en la legislación vigente, hemos modificado una situación que entre unos y otros habían llegado a complicar, de forma que un grupo importante de trabajadores estaban siendo expuestos a unas condiciones y unos riesgos innecesarios.
Enrique Gómez
RESPONSABLE DE SALUD LABORAL Y MEDIO AMBIENTE FITEQA DE CATALUÑA