Hacia Kioto
El 1 de diciembre comienza en Kioto (Japón) la tercera conferencia de las partes del Convenio sobre Cambio Climático. Existen ya suficientes evidencias científicas sobre este tema como para que los países industrializados adopten por fin medidas serias para cambiar las políticas energéticas y de transporte.
CC.OO. considera que es posible en nuestro país reducir las emisiones de CO2y al mismo tiempo cerrar las centrales nucleares. Para ello es necesario una política activa de expansión de las energías renovables, de impulso del ahorro y la eficiencia energética y de disminución de las necesidades de transporte.
CC.OO. dispone de un estudio en el que se plantea un escenario para el 2005 basado en dichas premisas, y que además supone el mantenimiento del carbón nacional y el incremento del gas natural en la generación eléctrica. Las posibilidades de reducir el consumo energético a través de la cogeneración y de la introducción de las tecnologías eficientes en la industria es muy amplio pero es más amplio aún en el sector doméstico y de servicios a través de energía solar térmica, de climatización de edificios y de otras medidas de ahorro.
Las energías renovables están en condiciones de incrementar de manera sustancial su participación en la producción eléctrica. En el 2005 se puede llegar a los 2.800 MW instalados de energía eólica. La fotovoltaica necesitan políticas de apoyo activas que hagan reducir sus costes de producción y mejorar su I+D (trasvasando todos los recursos de la investigación nuclear a ella).
La Unión Europea se ha planteado en el «Libro verde de las energías renovables» un insuficiente aumento de la participación de las mismas en la producción de energía primaria de un 12% en el año 2.010. Según la UE este objetivo supondría la creación de 500.000 puestos de trabajo. Actualmente la producción con energías renovables supone un 6% en la Unión Europea. El Parlamento Europeo, por su parte, ha pedido que todas las medidas de las autoridades comunitarias se orienten a llegar a un 15% de aquí al 2.010.
Nuestro país, a pesar de contar con recursos naturales superiores a los de la UE (sol, viento, aprovechamientos agrícolas y forestales..), tiene un porcentaje de producción de energía a través de fuentes renovables similar al resto de los países comunitarios.
Para cumplir con el objetivo mencionado antes sería necesario instalar unos 15.000 Megawatios de potencia en minihidráulica, biomasa, solar fotovoltaica y, sobre todo, en eólica que es la fuente que tiene unas expectativas de desarrollo mayores. También habría que impulsar la energía solar térmica a través de la instalación de 5 millones de m2 de paneles para calentar agua.
CC.OO. estima que alcanzar dicho objetivo conllevaría la creación de unos 50.000 empleos fijos en el sector, tanto en la fabricación de equipos y componentes, como en la construcción de instalaciones y en las operaciones de explotación.
Para ello sería necesario la adopción de un marco normativo y de apoyos que permita un fuerte impulso de las energías renovables. En primer lugar un sistema de precios estables y suficiente para la generación eléctrica especialmente de la eólica, la minihidráulica y las plantas de biomasa, un sistema fiscal que grave con impuestos finalistas a las energías contaminantes y a la nuclear y que desgrave a las renovables en el impuesto de sociedades. La solar fotovoltaica, la solar térmica y la biomasa necesitan subvenciones o apoyos de financiación para su instalación. Es preciso, además, que se establezca ya la certificación energética de edificios y que se introduzcan los paneles solares en viviendas de promoción pública y en edificios públicos.
CC.OO. considera, por otra parte, inadmisible el riesgo nuclear y la inexistencia de una solución para los residuos radiactivos y reitera su opinión favorable al cierre de las centrales nucleares españolas, comenzando por las de Zorita, Garoña y Trillo que son las más obsoletas y peligrosas.
Pero el sector que debería contribuir en mayor proporción a la disminución de las emisiones es el transporte. Para ello es necesario no sólo racionalizar el uso del vehículo privado e incrementar el del transporte público y ferroviario, sino configurar un nuevo modelo urbanístico y territorial que reduzca las necesidades del transporte.
Próximamente publicaremos una propuesta energética alternativa que sirva de marco a una campaña de actividades que fuerce a los distintos Gobiernos y autoridades a adoptar medidas urgentes para frenar las alteraciones del clima.