Un sello estatal impulsará el cálculo y reducción de la huella de carbono
Begoña María Tome-Gil
Por primera vez en España un sello oficial del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (MAGRAMA) reconocerá a las empresas que se acojan voluntariamente al cálculo de la huella de carbono, su reducción y compensación mediante absorciones de CO2.
Para poner en marcha esta iniciativa, el pasado 14 de marzo el gobierno aprobó el real decreto que crea el registro de huella de carbono, compensación y proyectos de absorción de dióxido de carbono.
El objetivo es que las empresas calculen y reduzcan su huella de carbono y que la registren voluntariamente. Posteriormente, podrán compensarla a través de proyectos de absorción o sumideros forestales que estén localizados en España.
El sello informa sobre el tipo de participación de cada organización, distinguiendo si únicamente ha calculado la huella de carbono o la ha calculado y reducido, y si la ha compensado; y por otro lado, el periodo de tiempo concreto al que se corresponde esta participación.
El cálculo de la huella de carbono es un parámetro muy útil para tomar conciencia de las actividades que emiten gases de efecto invernadero y así poder tomar medidas para reducirlas.
La huella de carbono cuantifica la cantidad de emisiones de gases de efecto invernadero que son liberadas a la atmósfera como consecuencia del desarrollo de cualquier actividad a nivel de empresa, evento o asociado al ciclo de vida de un producto o servicio para determinar su contribución al cambio climático.
El nuevo sello está referido a la “huella de carbono de organización” que es la que mide la cantidad de emisiones de gases de efecto invernadero asociadas a la actividad de una organización, ya sea directa o indirectamente.
El alcance mínimo necesario para la inscripción corresponde a las emisiones de gases de efecto invernadero de alcance 1 y 2. El alcance 1+2 abarca las emisiones derivadas del consumo de combustibles de la flota de vehículos, el consumo de combustibles en edificios (gas natural y gasóleo) y el consumo eléctrico.
Por el momento el sello no considera el alcance 3, algo más complejo, que es el que mide las emisiones derivadas del transporte de los empleados (interno y externo), la gestión de residuos (recogida y tratamiento) y las compras y contrataciones.
La huella de carbono se expresa en toneladas de CO2 equivalente, que incluye tanto las emisiones de dióxido de carbono como las de otros gases de efecto invernadero como son el metano, el óxido de dinitrógeno o los clorofluorocarbonos.
Son muchos los beneficios que puede obtener una organización si decide participar en este sistema de cálculo y reducción de la huella de carbono. Entre otros, permite definir mejores objetivos ambientales, políticas de reducción de emisiones más efectivas e iniciativas de ahorro de costes mejor dirigidas. Además sirve para demostrar a terceros nuestros compromisos de responsabilidad empresarial y medioambiental.
El último informe realizado por investigadoras de la Cátedra Unesco de Ciclo de Vida y Cambio Climático y publicado por la Cátedra MANGO de Responsabilidad Social Corporativa, revela que la mayoría de las 50 empresas más grandes de España incorporan un apartado sobre el cambio climático en sus informes de RSE y calculan su huella de carbono corporativa, incluyendo el alcance 1 y 2.
Próximamente la Oficina Española de Cambio Climático publicará información detallada sobre los factores que deberá tener en cuenta a la hora de solicitar la inscripción en el registro y solicitar el sello de huella de carbono.
Más información:
Documento explicativo del sello
Iniciativa CeroCO2: Este portal tiene como misión promover que el mayor número de personas y organizaciones calculen y reduzcan su Huella de Carbono.