Istas ha coordinado un proyecto estatal para la prevención y control de sustancias disolventes peligrosas. CCOO de Cantabria nos cuenta cómo ha sido su experiencia en el proyecto
El año 2007 las secretarías de Salud Laboral y Medio Ambiente de CCOO de Aragón, Cantabria, Cataluña, País Valenciano y de la Unión Sindical de Madrid Región iniciaron junto al ISTAS el proyecto Prevención y Control de Sustancias Disolventes Peligrosas, que incluye actividades de identificación, información a trabajadores y empresarios y propuesta de alternativas de eliminación y sustitución o de otras medidas de control de la exposición. Hasta la fecha se han visitado 228 empresas, se han analizado las fichas de datos de seguridad de 1.061 productos, se ha conseguido la sustitución o eliminación de 76 productos peligrosos y otras 167 propuestas de sustitución se encuentran en proceso de negociación. Desde CCOO de Cantabria nos cuentan en qué ha consistido su experiencia y su implicación en el proyecto.
La Secretaría de Salud Laboral y Medio Ambiente de CCOO de Cantabria ha llevado a cabo un estudio para prevenir y controlar la exposición a las sustancias disolventes más peligrosas utilizadas en el ámbito laboral. El trabajo se ha concretado en la realización de actividades de identificación e información a trabajadores y empresarios, así como en la definición de propuestas alternativas para su eliminación y sustitución y otras medidas de control de la exposición.
Los antecedentes a este proyecto divulgativo se encuentran en el estudio sobre riesgo químico en las empresas de Cantabria que este mismo departamento de CCOO realizó hace apenas un año, y que desveló la presencia frecuente, e independiente del sector de actividad, de disolventes peligrosos en las empresas.
Las empresas visitadas y que, por tanto, han formado parte del estudio han sido todas aquellas cuyos delegados de Prevención se interesaron por el proyecto en la jornada de presentación celebrada el 13 de marzo de 2007, a las que se han añadido las empresas de los delegados que participaron en el proyecto anterior y que teníamos la certeza que utilizaban productos disolventes peligrosos.
Los delegados que han sido parte activa del proyecto pertenecen en su mayoría a empresas de la Federación Minerometalúrgica o de Fiteqa. Se han visitado 17 empresas y se ha trabajado sobre un total de 97 productos que contenían en su composición 328 sustancias diferentes. De estas sustancias, el 75% eran disolventes, frente a sólo el 25% que no lo eran. Los disolventes que más frecuentemente se han localizado son: xileno, etilbenceno, tolueno, butanol y acetato de butilo.
La prevención, ausente
Los productos objeto de estudio se utilizan mayoritariamente (55%) como recubrimiento de superficies: pinturas y barnices, que son utilizados de forma manual en más de la mitad de los casos encuestados. En cuanto a las medidas preventivas adoptadas en los puestos de trabajo en los que se manipulan los disolventes, el estudio constata que no se están aplicando los principios de la actividad preventiva, ya que no priman las medidas de protección colectiva frente a la individual, sino que se aplican medidas preventivas genéricas, no específicas del puesto de trabajo, añadiendo en casi todos los casos la coletilla de “utilización de equipos de protección individual por parte de los trabajadores”.
Entre las conclusiones positivas del estudio, cabe resaltar que se han elaborado informes de 66 de los 97 productos analizados, 12 de los cuales están en la actualidad en proceso de sustitución. Respecto a estos productos concretos, señalar que 9 de ellos se encuentran en la fase 4 de evaluación de alternativas, mientras que los 3 restantes lo están en la Fase 5 de experiencia piloto.
Por otro lado, en las empresas en las que no había posibilidad de sustitución, se han realizado informes de propuesta de mejora de las condiciones, sobre todo en lo referente a los almacenamientos.
Asimismo, este estudio ha puesto de manifiesto que, aunque los disolventes que se han analizado en una de las empresas visitadas no han sido sustituidos, sí se ha conseguido en cambio mejorar las condiciones higiénicas de un puesto de trabajo en el que se cortaban placas de fibras minerales que liberan polvo respirable. Para ello, se ha acondicionado un lugar dotado de extracción localizada para la captación del polvo liberado al ambiente.
Por último, y como conclusión más sorprendente, el estudio refleja la gran cantidad de fichas de datos de seguridad mal clasificadas por el fabricante, una circunstancia que ha sido puesta en conocimiento de las empresas usuarias.
Sonia Revilla
srevilla@cantabria.ccoo.es