En los últimos años se ha producido un giro en la política del agua que cambiará algunos aspectos de la gestión del agua tal y como hasta ahora la habíamos conocido. La Directiva Marco del Agua1 (DMA) establece el principio de recuperación de costes de los servicios relacionados con el agua. Éstos han de incluir los costes financieros de la prestación de los servicios, los costes medioambientales y los relativos a los recursos y, todo ello, de conformidad con otro principio, el de quien contamina pagaEn este momento cada uno de los ciudadanos pagamos una media de 0,20 euros el metro cúbico por 171 litros de agua al día

Josefina Maestu y Alberto del Villar. Ministerio de Medio Ambiente.

La DMA fija un horizonte temporal (2010) en el que los Estados miembros garantizarán que "la política de precios del agua proporcione incentivos adecuados para que los usuarios utilicen de forma eficiente los recursos hídricos y, por tanto, contribuyan a los objetivos medioambientales de la presente Directiva, con una contribución adecuada de los diversos usos del agua, desglosados, al menos, en industria, hogares y agricultura".

Por otro lado, la Comisión Europea² señala que la política de tarificación del agua debe destacar algunos aspectos clave:

• Aplicar sistemas tarifarios que promuevan la recuperación de los costes del servicio y un mejor uso de los recursos hídricos.
• Recabar una información más abundante y precisa acerca de las principales variables y relaciones que se refieran a la demanda, los costes y los beneficios, que permitan determinar unos niveles y unas estructuras de precios adecuados.
• Estimaciones sobre la elasticidad de los precios de la demanda para predecir los cambios en dicha demanda para la adaptación de la política actual de tarificación de agua.

Lo que pensamos sobre los costes y precios del agua en España

La cuestión del agua en España suscita grandes controversias y ha dado lugar a 16 la formación de una serie de mitos acerca de los costes y precios del agua.

 1. El agua en España es cara

El precio medio pagado por el agua en España se situó en 2005 a 1,14 e/m3 por la prestación de los servicios de abastecimiento y saneamiento en los usos domésticos. En este momento cada uno de los ciudadanos pagamos una media de 0,20 e/m3 por 171 litros de agua al día.

Si tenemos en cuenta los datos del 2002, el esfuerzo por habitante y año medido en términos de gasto en consumo final de los hogares³ se puede estimar en alrededor del 1%, y una cifra algo inferior (0,9%) en términos de renta bruta disponible per cápita⁴ . Estos niveles reflejan la escasa entidad e importancia dentro de las partidas de gastos de los presupuestos familiares y gastos en consumo final de los hogares que representa la facturación por la prestación de los servicios urbanos del agua.

En términos comparativos, los ciudadanos de las Islas Baleares son los que mayor esfuerzo realizan en el pago anual por la prestación de servicios urbanos del agua, seguidos de cerca por los de las cuencas internas de Cataluña, Canarias y los residentes en la cuenca del Segura.

2. ¿Pagamos todos lo mismo?

El precio del agua en España presenta oscilaciones importantes entre distintas las distintas comunidades autónomas, desde los 0,76 euros/m3 hasta 2,10 euros/m3. Es más, en los últimos cuatro años la evolución del precio ha sido dispar según la comunidad autónoma.

Las diferencias entre regiones tienen en gran medida que ver con los servicios prestados, el origen del agua y especialmente el nivel de prestación de los servicios de depuración de aguas residuales urbanas para devolver al río el agua con la calidad necesaria. En el caso de las Islas el precio refleja que tienen que utilizar agua desalada en vez de aguas superficiales debido a la escasez de agua.

3. ¿Han subido mucho los precios del agua?

Si bien el precio medio se ha incrementado alrededor de un 4,34% de media anual para el conjunto de España, en el Principado de Asturias esta subida ha sido del 15% anual, teniendo como contrapunto a las Islas Baleares, donde el precio ha subido como media en los últimos 4 años un 1,52%. Esto significa que, en la mayoría de los casos, las tarifas han subido solo ligeramente por encima del IPC.

4. Pagan más los que más consumen

Las tarifas de los servicios de distribución de agua presentan una estructura más o menos similar: una cuota fija y una cuota variable. El primero de estos componentes no está vinculado al consumo, la porción variable está explicada casi exclusivamente por la cantidad de agua utilizada por el abonado.

De los estudios realizados en la Cuenca Hidrográfica del Júcar, se aprecia que los precios unitarios más elevados corresponden a los consumos más reducidos, registrando sus mínimos para los tramos medios de los bloques tarifarios, es decir, entre los cinco y veinte metros cúbicos consumidos mensualmente.

Estas estructuras de tarifas penalizan los consumos más reducidos al establecer cuotas fijas más o menos elevadas, provocando precios unitarios medios más elevados en los tramos más contenidos de los consumos domésticos.

La justificación de estas cuotas fijas elevadas radica en la existencia de fuertes costes fijos de los agentes prestadores de los servicios que han de recuperar con la aplicación de un mínimo sobre las unidades de facturación (abonados).

5. ¿Se aplican criterios sociales y de equidad en los precios?

Diversas administraciones públicas financian la construcción o reposición de infraestructuras que prestan servicios del agua cuya titularidad corresponde a otros agentes prestadores de los servicios. Los criterios aplicados a la hora de la concesión de subvenciones para la financiación de infraestructuras de usos urbanos se basan, en su mayor parte, en la consideración de aspectos sociales: estructura de la población (grado de envejecimiento, nivel de desempleo, población, etc.), garantizar el acceso al agua potable, niveles de renta, actividad económica, etc. No existe una línea normativa a seguir al respecto, por lo que el margen de actuación discrecional suele ser bastante amplio.

La casuística en la aplicación de criterios de equidad o sociales dentro de las estructuras tarifarias es variada. Entre los casos observados en los usos urbanos del agua se pueden señalar el empleo de bonificaciones y reducciones de precios para familias numerosas, pensionistas, desempleados, usos institucionales (colegios, etc.).

6. ¿Vamos a tener que pagar más por el agua?

De acuerdo con la última encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), los españoles consideramos que es muy importante tener un agua de calidad y cuidar de nuestros ríos. Para ello es necesario mejorar el estado de la depuración y mejorar los caudales ambientales de los ríos. Las inversiones en el Plan de Calidad 2007- 2013 y el Programa AGUA suponen más de 20.000 millones de euros. La recuperación de costes de estos servicios se verá reflejada en la factura del agua, pero el aumento es muy reducido y será mayor en aquellas comunidades autónomas con precios más bajos donde todavía estén pendientes una parte importante de las inversiones en depuración de las aguas.

 Notas:

1.- Directiva 2000/60/CE del Parlamento Europeo y del Consejo de 23 de Octubre de 2000 por la que se establece un marco comunitario de actuación en el ámbito de la política de aguas (DOCE 22.12.2000).

2.- COM (2000) 477 final, páginas 13-24.

3.- INE (2003), Contabilidad Regional de España. Base 1995.Año 2002, media nacional: 9.875 € per cápita.

4.-Nota anterior.Año 2002, media nacional de Renta Disponible Bruta per cápita: 11.016€.